En estos últimos cuatro años, las empresas españolas han dejado de consumir más de 800 millones de euros en los fondos destinados a cursos de formación para trabajadores. De las cuotas de la Seguridad Social que las empresas pagan de sus trabajadores, la parte correspondiente a la formación profesional se destina a un fondo cuyo objetivo es la realización de cursos de formación para los trabajadores.
Las cantidades que las empresas pagan por este concepto supera los 3.000 millones de euros anuales. Sin embargo una parte de estas aportaciones no son aprovechadas por las empresas, que pierden la posibilidad de ofrecer un reciclaje o una formación continua a sus asalariados.
Un estudio realizado por la consultora Garben indica que sólo un 18%, de 1,5 millones de compañías, gastaron en 2009 todo el dinero que les corresponde. El 82% de ellas no demandó esas partidas, con lo que éstas pasan a ingresarse en las arcas del Estado al no consumirse durante el año.
El mismo estudio revela que son las grandes empresas las que más uso dan a estos fondos, aunque las pymes están aumentando año tras año su demanda de formación.
Las causas de este desaprovechamiento pueden ser varias: por un lado el desconocimiento de su existencia y por otro las constantes quejas sobre la falta de calidad de los mismos, por lo que muchas desisten de utilizarlos por considerarlos inútiles.
Sea como fuere, estamos hablando de un punto básico para alcanzar el tan perseguido aumento de la productividad de empresas y trabajadores y de una inversión suficientemente importante como para que se analice si estos cursos cumplen efectivamente su cometido o si hay que hacer una reestrusturación de estos servicios.
Vía | Cotizalia
En Pymes y Autónomos | La importancia de la formación
Imagen | rlramirez656