Las empresas de reparto a domicilio luchan por no desaparecer, aunque parezca lo contrario

Las empresas de reparto a domicilio luchan por no desaparecer, aunque parezca lo contrario
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Muchos restaurantes y locales han comenzado durante 2020 a trabajar con empresas como Glovo, Just Eat, Uber Eats, etc. La cuestión es que ofrecen un servicio que ha resultado ser imprescindible en el momento actual, donde las restricciones impiden salir a comer. Deberían ser buenas noticias, pero lo cierto es que las empresas de reparto a domicilio luchan por no desaparecer, aunque parezca lo contrario.

El problema está en un modelo de negocio que tiene que tener rentabilidad, algo que a corto y medio plazo no está del todo claro. En su mayor parte pierden dinero, pero las nuevas inversiones para expandirse les permiten seguir trabajando, copando mercado y creando hábitos en los consumidores.

Esta es la clave, cuando un porcentaje elevado de la comida que se venda en un local sea en la modalidad de reparto a domicilio. El problema con el que tienen que convivir estos intermediarios está en la rentabilidad. Muchos locales se han dado cuenta que servir a domicilio genera diferentes problemas y sobre todo que si se contrata a estas empresas de reparto no sale rentable. La comisión por llevar el pedido se come su margen de beneficio.

Cuando todo se normalice habrá que ver cuantas siguen trabajando con un reparto a domicilio que no sale todo lo rentable que necesitan. Llegado este momento las empresas de reparto podrían apostar por moderar sus comisiones. Pero tendrán que hacer frente al cambio de modelo laboral de los empleados, de autónomos a trabajadores por cuenta ajena en la mayoría de los casos.

El modelo lo hemos visto anteriormente con los cupones descuento. Traer clientes o que los clientes te conozcan y prueben tu comida sin apenas dejar beneficio no sale rentable a menos que se fidelice a estos clientes. Y esto ocurre en un porcentaje muy bajo de los pedidos. Hay hueco para este tipo de clientes, pero se producirá un ajuste en el mercado. Y se reducirá el número de plataformas disponibles.

Además en muchos casos puede que los restaurantes que hayan probado el modelo de a domicilio decidan explotarlo, pero con otros costes y otros planteamientos. Las dark kitchen, la búsqueda de un local más pequeño y donde el alquiler sea mucho más económico, hacen que este modelo de negocio pueda ser una alternativa o un complemento, más todavía si tienen sus propios repartidores.

Imagen | KaiPilger en Pixabay

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