Los trabajadores españoles, los segundos menos creativos a nivel mundial

Los trabajadores españoles, los segundos menos creativos a nivel mundial
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Aquí se hace lo que yo diga. Siempre se ha hecho así y no vamos a cambiar ahora. Te pago para trabajar, no para pensar. Seguro que en algún momento de vuestra vida laboral en vuestro entorno o en el de algún conocido habéis oído este tipo de frases o similares. Tal vez por eso no sorprenda demasiado que según el estudio "La creatividad en el trabajo" de Steelcase, los trabajadores españoles son los segundos menos creativos a nivel mundial.

Solo vamos por detrás de los trabajadores japoneses, mientras que son los empleados de Estados Unidos y Alemania los que se encuentran en el polo opuesto. Solo uno de cada tres empleados en España declara realizar tareas creativas cada día. Mientras que en Estados Unidos el porcentaje se va casi a uno de cada dos, un 44%.

No es que ellos no quieran, puesto que el 62% declara que le gustaría ser creativo con más frecuencia. Más bien se trata de que es complicado dar rienda suelta a esta habilidad. Sin embargo, a nivel mundial un 77% de los directivos declara que la creatividad será una habilidad clave para el futuro desempeño del trabajo.

En muchos casos, más allá de la idiosincrasia del jefe de ordeno y mando, la realidad es que en muchos casos es complicado ser creativo porque los trabajadores se encuentra constreñidos por procedimientos de organización de las tareas en un 35% de los casos. En un 33% el problema es una excesiva carga de trabajo, si estoy concentrado en sacar el día a día adelante ni siquiera puedo plantearme hacer las cosas de otra manera.

En menor medida influye el entorno de trabajo, un 20% que lo hacen en oficinas poco inspiradoras. En este sentido las oficinas abiertas ayudan a mantener un entorno de colaboración, a la vez que permiten que las ideas fluyan con más facilidad. Pero también hay que pensar en trabajadores del sector industrial o los servicios, donde el entorno influye menos.

Se trata en estos casos más de impulsar a los empleados a presentar mejoras a la empresa, que en muchos casos puede suponer un importante ahorro para ellas. Si además se incentiva económicamente a los empleados responsables de estas mejoras el resultado es que ambos salen ganando y se mejora el ambiente laboral, ya que los demás también ven que tienen oportunidades de ser escuchados.

Imagen | qimono

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