Problemas de liquidez a problemas de solvencia o inviabilidad, así evoluciona la tesorería de muchas pyme

Problemas de liquidez a problemas de solvencia o inviabilidad, así evoluciona la tesorería de muchas pyme
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Ya vamos casi por un año de pandemia y lo que parecía un parón de unos cuantos días, unos pocos meses a lo sumo, se ha pasado un año muy duro con escasos ingresos en muchos negocios, tanto afectados por restricciones como otros que no lo estaban, pero que han visto como su actividad económica se reducía de forma exponencial. Y se ha pasado de problemas de liquidez a problemas de solvencia o inviabilidad en muchas pymes.

De lo que estamos hablando es de un problema que implica destrucción de tejido productivo. Y esto tiene un grave problema, porque generará una recuperación mucho más lenta, menor creación de empleo y sobre todo supone tirar por tierra todos los esfuerzos realizados para salvar empleos y empresas.

Pero los problemas no serán solo para las empresas que caigan, ya que aquellas que se mantengan en pie van a soportar una deuda muy importante que va a lastrar su competitividad tanto a nivel nacional como internacional. En el segundo caso es todavía peor, puesto que en otros países de Europa no se está produciendo un endeudamiento tan alto gracias a ayudas directas más potentes que las que tienen muchas empresas españolas.

Desde Cepyme, Confederación de la pequeña y mediana empresa (CEPYME), Gerardo Cuerva, ha demandado la necesidad de aprobar un paquete de medidas, que van desde moratoria fisal a largo plazo, ayudas directas a las empresas, quita de deuda, préstamos participativos, incentivar más la inversión en las pymes, entre otras.

Hoy por hoy las soluciones pasan por ayudar a las pequeñas empresas a mantenerse con vida al menos hasta final de año, siempre con la esperanza de que la recuperación, sino de forma completa si al menos de forma constante, empiece en 2022. Y esto no es fácil hacerlo caso por caso, puesto que habrá empresas que ya tendrán que liquidarse y otras posiblemente no necesiten estas ayudas aunque puedan solicitarlas.

Es más una cuestión quirúrgica de inyección de liquidez, con las cuentas claras de cada empresa, con planes de viabilidad a medio plazo, pero también condicionados a realizar inversiones que garanticen su competitividad, al mantenimiento del empleo, etc. En definitiva, que generen riqueza económica y devuelvan dicha inversión creando empleo durante muchos años.

Por último una cuestión que me parece interesante es apoyar nuevos proyectos. No solo se trata de mantener a las empresas, sino de lograr atraer inversión que vega generar más actividad económica y empleo. Aquí los fondos europeos serán claves, pero su acción no se notará a corto plazo y tendremos que esperar hasta bien entrado 2022 para comenzar a ver resultados.

Imagen | fotografierende en Pexels

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