Los contratos mercantiles: cuando los falsos autónomos sustituyen a los asalariados

Los contratos mercantiles: cuando los falsos autónomos sustituyen a los asalariados
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La crisis económica sigue causando verdaderos estragos sobre el empleo y la ocupación. Desde 2007 se han perdido 3,8 millones de puestos de trabajo y tres millones de asalariados. La última Encuesta de Población Activa, publicada ayer por el INE, confirma estos datos negativos, a pesar de que el propio Gobierno lanza las campanas al vuelo trasladando mensajes de euforia y optimismo a la población.

Detrás de estos datos se encuentra, obviamente, la crisis económica, pero también nuevos hábitos empresariales que pasan por convertir a trabajadores por cuenta ajena en autónomos, trabajadores por cuenta propia, para ahorrar costes sociales. No en vano, muchas son las ofertas de trabajo que ofrecen un contrato mercantil en lugar de un contrato laboral, lo que puede dar una falsa sensación de aumento del empleo por cuenta propia.

De hecho, si echamos un vistazo al tipo de contratación en el sector privado, veremos que la contratación indefinida ha continuado descendiendo de forma importante, en concreto un 5%. Al tiempo, los contratos temporales decrecen, en este caso, a un ritmo inferior, un 1,9%. Es decir, el ajuste de trabajadores sigue siendo más intenso entre aquellos que tienen un contrato de duración indeterminada.

Si bien hasta 2011 la pérdida de población ocupada se distribuía de forma más o menos equivalente entre las diferentes categorías profesionales, es a partir de este año cuando comienzan a crecer los autónomos sin empleados mientras caen los empresarios y, sobre todo, los asalariados.

Dos son los motivos que propician este cambio de paradigma: por un lado, la desesperación de los desempleados de larga duración que están llevando a un aumento de las iniciativas de negocio y a fórmulas de autoempleo como último recurso y, por otro lado, como ya hemos apuntado, el cambio de relación laboral por contrato mercantil, que sustituye a trabajadores asalariados por falsos autónomos.

Si bien hemos defendido el autoempleo en numerosas ocasiones y la constitución de nuevos negocios como vía para salir de la crisis, estas fórmulas de falsos autónomos es incluso contraproducente. La necesidad de muchas personas es el caldo de cultivo propicio para que las empresas ofrezcan contratos mercantiles y, por tanto, aumente de forma engañosa el número de trabajadores por cuenta propia.

En Pymes y Autónomos | Los falsos autónomos y las falsas sociedades no eliminan los derechos laborales Imagen | fran1

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