Hoy ha sido un día bastante movido en cuanto a noticias del mundo empresarial se refiere. No solo hemos conocido las últimas medidas adoptadas por el Gobierno en Consejo de Ministros en relación con el fraude fiscal y laboral, si no que además hemos conocido los datos de desempleo y de alta de emprendedores de este trimestre, publicado por la Encuesta de Población Activa (EPA).
En este sentido, y tal y como viene pasando desde hace bastante tiempo, los datos son bastante malos. El desempleo ha aumentado en 53.500 personas hasta el 24,6%, situándose en máximos desde hace 36 años, y el número de empresarios sin asalariados ha disminuido un 0,66%, con un descenso absoluto de 12.900, y de los emprendedores en 2.600. Sin embargo, puede que quede una esperanza.
Y es que el número de empresarios que tienen asalariados a cargo ha aumentado en 15.000 personas, un 1,65% más de lo que había crecido en el mes de Marzo. Además, el empleo a tiempo parcial también ha aumentado, pero esto quizá se deba más bien al carácter estacional de los datos, ya que en épocas estivales las contrataciones temporales son mucho mayores, aunque el propio Secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, haya atribuido este ascenso a la reforma laboral .
Quizá estas sean las única buenas noticias que nos ha dejado la EPA durante este mes pero ¿podemos pensar que la tendencia va a seguir siendo ascendente? En mi opinión no. Desde luego la contratación temporal va a reducirse en cuanto acabe el verano pero, ¿qué va a ocurrir con los autónomos?
En cuanto se hagan efectivas las medidas del ejecutivo en materia de impuestos, las pymes y los autónomos van a estar aún más estrangulados si cabe. Ello, unido a los continuos impagos de las facturas por parte de las administraciones públicas, a que el grifo del crédito está cerrado a cal y canto, y las trabas burocráticas para abrir una empresa en España hacen que abrir o mantener una empresa en España sea más difícil que encontrar agua en un desierto.
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