Microsoft tiene previsto el fin del soporte principal para Windows 7 para enero del año que viene y comenzará el plazo del soporte extendido que se prolongará durante cinco años más hasta 2020. Por eso si ahora tenemos que invertir en renovar equipos en la empresa o adquirir nuevas licencias tenemos que tenerlo en cuenta para calcular el plazo de amortización.
El caso es que Microsoft parece volcado en Windows 8.1 como por otra parte es lógico, pero este es un sistema que por distintos motivos no termina de convencer en las empresas. Es muy complicado romper de un plumazo con años de uso de un escritorio clásico, aunque sea tan sencillo como hacer que se inicie directamente el equipo en este escritorio sin pasar por el de Windows 8.
Y también ya comienza a aparecer en el horizonte Windows 9, en el segundo tercio del 2015, que si seguimos con la tradición que muchos marcan a Microsoft, un sistema bueno y otro malo, será un sistema operativo con gran aceptación por parte del público y de la empresa, pero está todavía por ver...
Todo esto es importante para planificar la política de compra de equipos y licencias en la empresa. ¿Se puede esperar para adquirir nuevos equipos ya con Windows 9? ¿Seguimos apostando por Windows 7 a pesar de que sus años de vida sean poco más de 6?
De todas formas debemos tener en cuenta que Microsoft podría ampliar el plazo de soporte de Windows 7 si Windows 9 no funciona como esperan, aunque visto lo que ha ocurrido con XP y lo complicado que resulta luego hacer que los usuarios abandonen un sistema con el que llevan muchos años conviviendo tengo mis dudas al respecto.
Otros productos que también llegan al fin de su soporte son Windows Server 2008, SharePoint 2010 y Office 2010 con SP1, que también debemos tenerlo en cuenta en las empresas que utilicen dichos productos de la compañía.
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