Con la llegada del verano una de los efectos meteorólogicos que podemos sufrir con frecuencia son las tormentas. Muchas de ellas con aparato eléctrico que pueden provocar picos de tensión que finalmente dañen nuestros equipos. Por eso es importante saber cómo protege un SAI a los equipos informáticos de la empresa.
Porque no se trata de dar una gran autonomía a los equipos de la empresa y poder trabajar con el apagón, sino más bien que nos de el margen necesario para proceder a una apagado ordenado de los equipos informáticos de nuestra empresa, evitando de esta manera que se dañen los sistemas operativos y al volver a arrancar nos encontremos con que tenemos un problema más grave de lo esperado.
Cuando tenemos un SAI nos protege de dos maneras. En primer lugar evitamos que los microcortes que a veces tenemos cuando tenemos una tormenta eléctrica no nos afecten y por otro lado absorberá los picos de tensión que tenemos cuando se va la luz, pero también cuando vuelve el suministro eléctrico.
De esta manera protegemos las fuentes de alimentación de los equipos que son los que suelen sufrir más con estos cortes y en muchos casos no vuelven a arrancar. Sobre todo porque un fallo de hardware de este tipo nos obligará a sustituir la fuente, que en caso de equipos de sobremesa es relativamente sencillo, pero para monitores y periféricos puede obligarnos a sustituir el equipo.
Este tipo de sistemas de alimentación adicionales son más recomendables cuanto más antigua es nuestra instalación eléctrica, si estamos en zonas de tormentas habituales o simplemente queremos garantizar la continuidad de nuestro negocio sin sufrir más sobresaltos de los necesarios. Porque este es el principal problema. Cada día dependemos más de la informática, ¿podríamos trabajar un día sin ordenadores si al volver a la oficina los equipos no funcionan porque han sufrido una sobretensión?
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