Ser autónomo no siempre es sencillo, pero dejar de serlo por llegar al fin de la vida laboral, puede que tampoco lo sea. ¿Qué pueden hacer estos profesionales para garantizarse una jubilación más holgada una vez concluyan su actividad?
Los autónomos cuentan con alternativas a la prestación en forma de pensión que ofrece el Estado y cuya cuantía, como veremos, es más bien justa. Y es que las pensiones equivalen hoy al 11,8 % del PIB, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Dentro del monto de las pensiones, las de jubilación suponen el 72,5 %.
Entre las opciones que existen para paliar una posible pérdida de poder adquisitivo en la jubilación para los autónomos encontramos productos financieros que funcionan a modo de hucha y van procurando una rentabilidad interesante con el paso del tiempo. Tal es el caso del plan Nara Jubilación Autónomos, un producto que se ha diseñado pensando en las características propias de estos trabajadores.
¿Cuál es la pensión media de un autónomo?
Muchos trabajadores por cuenta propia han de lidiar, a lo largo de su vida profesional, con un sinfín de situaciones complejas. Dentro de esta dinámica, es inevitable que se les atribuyan ciertas destrezas que tienen mucho que ver con su vocación, pero también con un término muy de moda en los últimos años: la resiliencia.
No todo es tan trágico. Por supuesto, ser autónomo presenta ventajas, pero parece una de esas historias en las que hay una de cal y otra de arena. Con situaciones complejas nos referimos a todo lo que implica llevar, asumir la responsabilidad y/o permanecer muy atentos a su contabilidad, finanzas y obligaciones fiscales; a las incertidumbres sobre el futuro inmediato y hacer frente a imprevistos; o a las dificultades para gestionar el tiempo libre y las vacaciones.
Los riesgos que asumen y esos esfuerzos inmateriales que acometen los autónomos en España no suelen tener una contrapartida una vez llega el momento de jubilarse. Si acudimos a la estadística, encontramos que los autónomos cobran una pensión de jubilación media de 835 euros mensuales, en contraste con los 1.254 euros de los asalariados del régimen general.
Son cifras recogidas por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que ponen énfasis sobre el ya el famoso dato que indica que los trabajadores por cuenta propia cobra una pensión un 40% menor. ¿El motivo? La gran mayoría de autónomos (más del 85%) no cotiza por encima de la base mínima.
Hay quien cree que este fenómeno responde a que los profesionales prefieren no cotizar de más. Sin embargo, en una gran mayoría de casos, lo cierto es que no siempre cuentan con el margen necesario para ello. No en vano, solo uno de cada cuatro autónomos puede permitirse la jubilación anticipada. Como se ha tratado en Pymes y Autónomos, ser autónomo se ha convertido en un factor de riesgo de pobreza en España.
Planes de pensiones de empleo, ¿qué son y por qué merecen la pena?
En ese sentido, los profesionales por cuenta propia tienden a agudizar todos sus sentidos para combatir y anticipar las diversas situaciones que se dan a lo largo de su vida. En lo que a la jubilación se refiere, no son pocos los que están atentos al mercado financiero. Y es que este ofrece algunas alternativas que pueden ser bastante provechosas, no solo una vez se alcance la edad de jubilación, sino también antes.
Hablamos de los denominados planes de pensiones de empleo. Consisten en una hucha personal diseñada para poder complementar la pensión futura que percibiremos. Se trata de instrumentos o fórmulas financieras para allanar el camino, acumular ingresos de forma personalizada e ir sacando algo partido económico.
El mencionado plan Nara Jubilación Autónomos resulta un buen ejemplo. El producto nos permite ir reuniendo ahorros de forma paulatina y flexible. De este modo, una vez alcancemos la edad de jubilación, contaremos con un colchón económico mejorado. Pero esto es solo el principio de las diversas ventajas asociadas a este tipo de planes de pensiones.
¿Qué ventajas tienen los planes de pensiones de empleo?
Siguiendo con la referencia del producto que ofrece Nara Seguros y al tratarse de un instrumento financiero, ofrece más ventajas más allá de las derivadas del ahorro en sí.
La primera de ellas tiene que ver con la flexibilidad. El propio funcionamiento del plan nos permite un ajuste personalizado del ahorro y adaptado a las necesidades de cada autónomo. Esto está dirigido a poder suavizar las posibles incertidumbres e irregularidades que muchos autónomos tienen a lo largo de su vida laboral.
De este modo, el plan Nara Jubilación Autónomos destaca por establecer una aportación mínima muy asequible de 30 euros mensuales. Dentro de esa flexibilidad, el plan también contempla la situación contraria. Es decir, que deseemos incrementar la aportación de manera extraordinaria con cantidades que van desde los 360 euros hasta el máximo que marca la normativa.
Este puede ser idóneo durante temporadas en las que en que la cantidad y la calidad del trabajo sonríe o los encargos son más numerosos y, por consiguiente, se incrementan los ingresos.
¿Qué rentabilidad tiene un plan de pensiones de este tipo?
La rentabilidad, es sin duda, la ventaja más llamativa. Y es que el plan de Nara Seguros permite que la cantidad depositada en la hucha vaya engordando con el paso del tiempo de forma garantizada. Para el ejercicio 2023, el plan ha ofrecido una rentabilidad bruta del 2,50 %. Ese interés favorable tiene muy poco que envidiar al de los mejores depósitos bancarios a plazo fijo que encontramos hoy en el mercado.
Pero es que, además de ello, contratar un plan de pensiones como el de Nara Seguros presenta una ventaja fiscal crucial para el autónomo. Permite reducir la base imponible del IRPF hasta un techo de 4.250 euros al año. A esto, habría que añadir otros 1.500 euros de bonificación proveniente de los sistemas de previsión social. Es decir, que como autónomos podríamos deducirnos hasta un máximo de 5.750 euros en la declaración anual de la renta.
Nara Jubilación: un plan personalizado para el perfil del autónomo
En el caso de Nara Jubilación Autónomos, se suma como ventaja añadida la mencionada flexibilidad a la hora de contar con nuestro dinero si se produce alguna situación excepcional o si ya ha pasado una década desde que realizamos la primera aportación.
Por ejemplo, el plan permite realizar rescates extraordinarios, de parte o de toda la cantidad acumulada, si nos enfrentamos a un periodo de desempleo de larga duración o a una enfermedad grave.
Igualmente, en caso de fallecimiento del titular del plan, es posible designar a algún allegado y/o familiar para que reciba el total de la inversión depositada más una suma de 1.000 euros prevista para primar este tipo de circunstancias.
Otro punto favorable del plan de Nara Seguros es que, una vez llegue el momento de disfrutar de nuestro dinero, es posible percibirlo de diferentes modos: con un pago único, en forma de ingreso mensual o, incluso, combinando ambas modalidades.
Como se puede comprobar, los autónomos más previsores pueden beneficiarse de las ventajas y certezas de productos financieros como este de cara a ahuyentar algunos de los fantasmas asociados a la jubilación. Esto resulta aún más conveniente si se tiene en cuenta que a la incertidumbre asociada al sector de actividad del autónomo hay que sumar la propia inseguridad de un marco legal muy cambiante.
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