Debemos de tener cuidado con la utilización de la primera persona

Debemos de tener cuidado con la utilización de la primera persona
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En el día a día de la empresa, tanto la comunicación verbal como la escrita se entremezclan como un cauce necesario de ideas, problemas, soluciones y otras casuísticas entre colaboradores, subordinados, jefes, clientes y proveedores. Por lo que las expresiones y palabras que utilicemos, pueden hacer que el mensaje se interprete de manera muy distinta. Dentro de ello, la utilización de la primera persona del singular juega un papel destacado, ya que puede ser muy peligroso, no obstante hay casos en los que resulta plenamente recomendable su utilización.

Como lo mejor para entender algo son los ejemplos, veamos algunos casos:

  • No debemos utilizar la primera persona: cuando se ha realizado un trabajo colectivo, se ha llegado a un determinado acuerdo, se dispone de una determinada información de la empresa, o se quiere transmitir una opinión y/o decisión grupal

  • Sí debemos utilizar la primera persona: cuando se trata de una 'metedura de pata' en un asunto en el que se pueda dañar la imagen de nuestro compañero o responsable, aunque aquí he de comentar que resultaría muy conveniente matizar que cuando el error se origina en uno de los subordinados, el manager del equipo nunca debe individualizar. Adicionalmente, se debe utilizar cuando dentro de un equipo se está gestionado un proyecto, y se han delimitado cada una de las parcelas de trabajo

Como pueden comprobar, el uso de la primera persona del singular no es un asunto trivial, porque la imagen y el mensaje que puede transmitir puede influir directamente en la apreciación que nuestros colaboradores pueden formarse sobre nosotros, siendo fundamental saber emplear lo más correcto en cada caso.

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