Una noticia que me ha sorprendido hoy es la posibilidad muy cercana con la que podrían contar las compañías aseguradoras para utilizar los datos que se desprenden de los perfiles de Facebook y Twitter de los distintos usuarios para evaluar su nivel de riesgo, y en consecuencia premiar o castigar a este vía un descuento o un recargo en la prima de seguro que ha de abonar.
A mi juicio esta nueva 'herramienta de información', que a día de hoy no ha reconocido que utiliza ninguna aseguradora europea, pero que están contemplando utilizarla de manera muy seria, no se debe admitir como correcta por dos motivos:
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A pesar de la predictividad que muchos apuntan a proporcionar luz verde al uso de este tipo de información, yo mantengo algunas diferencias, porque por ejemplo, el hecho de que nos guste una película de terror no quiere decir que seamos unos terroristas, ni tampoco implica que una persona sea un temerario al volante porque sea un apasionado de la fórmula.
Insisto, esta propuesta aún es incierta, ya que se ha de concretar mucho aún en sus fundamentos jurídicos, pero de permitirse finalmente, podríamos estar asistiendo a un proceso en el que determinadas industrias podrían contar con el privilegio de contar con información ilimitada sin necesitar el consentimiento de las personalidades a las que puede afectar.
En Pymes y Autónomos | ¿Aprovechamos todo el tiempo cuando utilizamos las redes sociales? Imagen | smemon