El día 23 de Abril es una fecha muy especial para todos los aficionados a la lectura. No en vano, fue el día en el que fallecieron escritores de la talla de Shakespare, Cervantes o Garcilaso de la Vega y, desde 1930, es el día en el que se celebra en España el Día del Libro.
Una fiesta muy arraigada en España, pero que tiene su máxima expresión en Cataluña, donde esta celebración coincide con el día del Santo Patrón, San Jorge (Sant Jordi). Un día muy esperado, tanto para los lectores, que suelen regalar un libro acompañado de una rosa, como para las librerías y floristerías, que se juegan una parte muy importante de toda su facturación anual solo en este día.
No en vano, el día de Sant Jordi representa el 10% del total de ventas anuales para la industria editorial, con cerca de un millón y medio de libros vendidos y una facturación que ronda los 18 millones de euros. Un auténtico soplo de aire fresco para un gremio, el de los libreros, que está atravesando serias dificultades para mantenerse a flote.
Otro gremio, el de los floristas, también se juega una buena parte de sus ventas anuales. Durante el día de ayer, se llegaron a vender cerca de seis millones de rosas, una cifra muy similar a la del año pasado, siendo especialmente un tipo de flor, el de la rosa roja y de tallo largo, la más demandada, vendiéndose cerca del 40% anual de este tipo de flor.
Y la fiesta de Sant Jordi no decepcionó. El tiempo era soleado y animaba a salir a la calle. Los ciudadanos se congregaron en torno a la Plaza de Cataluña, disfrutando de una de las fechas más importantes de su calendario. El gremio de libreros y el de floristas, entretanto, se sintieron aliviados al ver que habían hecho el Agosto, tal y como estaba previsto.
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