Si alguna cosa ha quedado clara de esta situación económica mundial que estamos viviendo es que además de estar viviendo el fin de muchas cosas tal y como las conocemos y el inicio en consecuencia de muchas otras, es el inmenso poder que muchas empresas poseen. Incluso más que los estados, y es que quizá deberíamos hablar de las empresas estado.
Probablemente estemos ante el inicio de la desmembración o la pérdida de poder real y efectivo de las naciones estado tal y como las conocíamos actualmente, probablemente ahora tendremos que hablar de mercados estado o incluso de empresas estado. En cada caso con sus diferencias. Veamos.
Por mercados estado, entiendo esa situación probable, en la que considero que las personas y las empresas, especialmente estas últimas en base a sus negocios conjuntos, transacciones y estructuras ya no se medirán en base a que territorios forman parte, sino que mercados dominan o tienen relación. Así, el marco natural de esa empresa, ya no será un motivo sentimental o patriótico, al contrario, el marco natural será aquellos mercados en los que este presente y tenga intereses, independientemente de sentimientos patrios.
Y si a las empresas estado me refiero, me refiero a las empresas más potentes de todo el tejido empresarial que ya no tan solo comandarán su sector o el tejido empresarial, si no que comandarán lo que quede de los estados nación, pues se ha demostrado que la empresa estado, tiene más poder que el estado en sí mismo, y que es esta quien controla a este y no al revés.
Una empresa estado que también se moverá por los mercados estados a los que controla o se dirige, y que cada vez se moverá menos por la nación estado a la que forma (o formaba, pues en la actualidad tienen múltiples raíces y tentáculos) parte.
En Pymes y autónomos Leones contra gacelas Imagen | gorka_labarga