Finalmente, el Gobierno ha dado marcha atrás y permitirá las rebajas de verano a partir de julio, aunque con una normalidad bastante diferente a lo que estamos acostumbrados. En concreto, el BOE establece que las acciones comerciales llevadas a cabo por los establecimientos comerciales deberán estar acompañadas de medidas destinadas a evitar las aglomeraciones que impidan la distancia de seguridad y los límites de aforo.
Esta medida ha sido celebrada por las principales asociaciones, entre las cuales destaca la Confederación Española del Comercio (CEC), que ha valorado positivamente que el Gobierno haya dado luz verde a las rebajas en los territorios en fase 1 y 2 y la apertura de comercios que superen los 400 metros cuadrados.
Para la CEC, esta situación ponía en clara desventaja a los pequeños comercios respecto a las grandes plataformas internacionales que seguirían operando de forma online sin ningún tipo de restricción. Si esto hubiese ocurrido, la diferencia entre comercios podría haber sido mucho mayor.
Sin embargo, la CEC también señala que el actual contexto de indefinición y contradicciones está causando un enorme perjuicio a un sector que genera 3,2 millones de empleos y supone el 13% del PIB español.
En este sentido, la asociación de comercio recuerda al Ejecutivo que esta situación podría haberse evitado con la creación de la mesa de diálogo permanente que desde la confederación han demandado en reiteradas ocasiones, para analizar conjuntamente y colaborar en el progreso de las fases y las medidas de reactivación del sector.