UPTA ha evaluado hoy la situación de los autónomos dedicados al comercio en donde se acumulan más de 30.000 bajas en el último año. De todas las propuestas planteadasm ne quedo con una que me parece sumamente positiva para analizar detalladamente relativa al relevo generacional que se puede dar en las actividades comerciales.
La medida contempla que todos los autónomos del comercio familiar, con más de 55 años, que quieran abandonar la actividad se les establezca un pago único de 20.000 euros en el momento del cese y una prestación semestral de 6.000 euros hasta la edad de 65 años. En este caso se mantendría por convenio la cotización a la Seguridad Social y el local debería ser puesto a disposición prioritaria de una agencia de alquiler público. Mediante este formato de prejubilación y especie de cesión de activos, se garantiza la continuidad del comercio, se faculta la posibilidad de establecer unas bolsas de actividades disponibles para nuevos comerciantes y se crea una continuidad empresarial en un sector que peca abundantemente de la dependencia del dueño.
Es muy usual ver cómo desaparecen multitud de negocios cuando se jubilan los titulares, bien por no existir una gerencia familiar a los hijos, bien por falta de asesoramiento y garantías para realizar un traspaso justo del local.
No veo muy claras las cifras que presenta UPTA pero la idea en sí es buena, dado que potenciaria la trnasmisión y continuidad de establecimientos que han demostrado funcionar durante mucho tiempo.
Vía | Expansión En Pymes y Autónomos | La nueva Ley de ordenación del comercio minorista Imagen | Archway Andres