No solo se trata de sobrevivir a la crisis económica. El futuro de muchas empresas está en el aire porque el golpe económico que han sufrido durante ese año pasado va a pasar factura durante el futuro cercano. Porque muchas pymes no podrán digitalizarse por su incapacidad para invertir en los próximos años.
Porque una vez que se reactive la economía será el momento de aprovechar los fondos europeos para, entre otras cosas digitalizarse. Y llevamos años hablando de este tema, de la necesidad de hacer más competitivas a las empresas, de que su productividad mejore y sus procesos internos sean más ágiles.
Muchas empresas se han endeudado, en algunos casos más de lo que deberían. Aunque la recuperación se inicie en el segundo semestre del año y el próximo años y sucesivos se empieza la recuperación fuertemente. Pero esos beneficios en parte se van a tener que marchar a pagar deuda contraída.
Las carencias en los créditos dan aire. Las deudas de muchas empresas contraídas con Seguridad Social o con la Agencia Tributaria van a tener que saldarse a corto plazo. Y por mucho que las empresas vuelvan a facturar con normalidad es muy complicado que puedan reestructurar sus deudas. El objetivo va a ser sobrevivir, no ser más competitivas.
Y el problema no es solo a nivel nacional. Porque una de las quejas de los representantes de las empresas ha sido la falta de ayudas directas con el nivel de cobertura de otros países en Europa. No va a salir de la crisis igual una pyme en Alemania, en Francia o en España. Y en muchos casos después competirán en el mismo mercado.
En algunos casos además de no tener deudas, o al menos no tan grande, van a poder invertir para aprovechar esos fondos europeos e iniciar la digitalización. Y esto va a hacer que muchas empresas españolas lo tengan más difícil para poder competir en un mercado cada día más global.