Cada vez son más las profesiones que se desarrollan sin un lugar físico concreto y utilizando varios dispositivos diferentes. Nuestro ordenador portátil, nuestra tablet o nuestro smartphone son nuestras herramientas de trabajo y es importante que estén lo más interconectadas posible para que la información y los datos que utilizamos sean consistentes entre sí.
Por esta razón, es importante trabajar en la nube. Y con ello no quiero decir tener la mente en otro sitio, sino utilizar los recursos que proporciona Internet con el objetivo de evitar pérdida de información y de mejorar la eficiencia y productividad en el trabajo. Si tenemos dos o más oficinas, la nube es nuestro mejor aliado.
Si bien cualquiera de nosotros, con unos sencillos conocimientos informáticos, podemos gestionar un servidor donde almacenar toda la información, son muchas las herramientas que numerosas empresas en Internet ponen a nuestra disposición de forma gratuita para evitar que perdamos el tiempo teniendo que llevar dispositivos de almacenamiento de información por todos nuestros lugares de trabajo.
Este es el caso de Dropbox, un servicio de alojamiento muy sencillo de utilizar en el que almacenar todos nuestros archivos de forma gratuita. O Google Drive, que además cuenta con un potente servicio de ofimática (Google Docs), en el que podremos modificar nuestros ficheros de forma sencilla y directamente a través del navegador.
En la actual era de la comunicación, no tiene sentido que estemos continuamente llevando nuestros archivos de un lugar a otro cuando puede estar accesible en cualquier momento y desde cualquier dispositivo de forma sencilla. La nube ha permitido desarrollar los trabajos de forma mucho más eficiente, asegurando nuestros datos y permitiendo accesos mucho más rápidos.
La nube está a nuestra disposición, ¿por qué no íbamos a utilizarla?
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