Seguimos a vueltas con la declaración de la renta, y siguen siendo muchos los contribuyentes que se siguen preguntando cómo pagar menos todos los años. Si bien existen muchas fórmulas para la mayoría de contribuyentes, los autónomos lo tienen todavía más complicado. A las típicas deducciones estatales y autonómicas y las diferentes circunstancias personales y familiares se les suma el método de tributación: estimación directa o módulos.
Pero, ¿qué conviene más para pagar menos IRPF? La pregunta no es baladí, pues puede marcar una gran diferencia. Y, por supuesto, no hay una única respuesta; todo depende del tipo de actividad que desarrolle un autónomo.
¿Cuándo me compensa tributar por módulos?
Tributar por módulos implica estimar el rendimiento de nuestra actividad de acuerdo a unos parámetros objetivos, como los metros cuadrados del local, el número de empleados o la potencia contratada, entre otros. Una vez se haya obtenido el rendimiento, se paga lo mismo todos los meses con independencia de los ingresos.
Sin embargo, no todos los autónomos pueden tributar por módulos. Existen unos límites cuantitativos en función de nuestros ingresos que marcan la posibilidad de tributar por este método que cada vez se están poniendo más restrictivos.
Si eres de los que puedes elegir esta modalidad para tributar, te interesa hacerlo cuando los rendimientos obtenidos por módulos sean inferiores a los reales. Esto, por ejemplo, abarcaría un bar pequeño, con poco personal pero con un elevado volumen de negocio. En general, esto se da en negocios consolidados que funcionan bien, aunque la legislación está intentando ponerles coto para evitar que paguen menos, reduciendo cada vez más los límites de facturación que dan derecho a utilizar esta fórmula.
El sistema de estimación objetiva es interesante para aquellos autónomos cuyos rendimientos netos sean superiores a los calculados por módulos
Además, el sistema de módulos es el más sencillo de los dos. En el caso de un negocio que necesite de mucha gestión y contabilidad, quizá sea el mejor sistema por el que se puede optar, pues nos ahorrará muchos costes. Sin embargo, esto puede suponer un problema. El motivo es que no podrás incluir gastos deducibles como en el sistema de estimación directa.
¿Cuándo me compensa tributar por estimación directa?
En el caso de la estimación directa, el rendimiento de la actividad se calcula en base a los ingresos y gastos reales del negocio. Los autónomos con actividades empresariales o profesionales que facturen más de 600.000 euros anuales en el año inmediatamente anterior para el conjunto de sus actividades deberán tributar por estimación directa normal; el resto podrán usar el método de la estimación directa simplificada.
Es interesante para aquellos autónomos que hayan comenzado su andadura, pues al inicio de la actividad los ingresos suelen ser bastante menores que más adelante. En estos supuestos, los ingresos y gastos reales suelen suponer un rendimiento inferior al que se calcularía por módulos. Además, los autónomos que se hayan dado de alta a partir del 1 de enero de 2013 y que tributen en este sistema disfrutarán durante dos periodos impositivos de una reducción del 20% en el rendimiento neto positivo.
El sistema de estimación directa es interesante para los autónomos que estén comenzando su actividad
Ahora bien, los autónomos que tributen por el método de estimación directa tendrán que llevar la gestión de su contabilidad. Esto acarrea más costes de gestión, aunque es cierto que, a diferencia de módulos, pueden aplicarse deducciones para el cálculo del rendimiento neto.
En definitiva, la elección de uno y otro método depende de nuestras circunstancias, pero sobre todo de nuestros ingresos. Cada contribuyente deberá hacer los cálculos para determinar qué compensa más, aunque es cierto que no todos pueden tributar por el método de estimación objetiva.
En Pymes y Autónomos | Los límites de para tributar por módulos se mantienen para 2018, al menos de momento
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