¿Y si invierto en un amigo?

¿Y si invierto en un amigo?
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En la actualidad, muchas personas de nuestro entorno más inmediato contemplan la opción de crear su propio negocio. Como resultado de nuestros contactos, amigos, familiares, etc. podemos contemplar la opción de invertir en sus ideas o negocios contagiados por su propio entusiasmo y por el deseo de poder colaborar en la causa.

En esta línea Harvard Business Review publicó hace unos días un breve artículo sobre aquellas cosas que hay que hacer antes de invertir en el negocio o startup de un amigo o familiar y que por su sencillez merecen ser tenidas en cuenta.

Tomar parte del negocio de un amigo puede producir interesantes y satisfactorios resultados para ambas partes, pero también, puede ser la causa de situaciones complicadas y difíciles de gestionar. Por eso hay que:

  • Establecer unos límites. Aunque esté mal decirlo, no hay que obviar que se está formalizando una transacción financiera, no se está financiando a la beneficiencia, por lo que no se puede escatimar esfuerzos en establecer un acuerdo que así lo defina.
  • Relacionado con lo anterior, hay que establecer unas normas de que regulen el compromiso que se está definiendo. Por ello, requerir un plan de negocio que permita evaluar la viabilidad del proyecto (idea) no tiene porqué escandalizar a nadie. Vinculado con esto hay que definir el ámbito que regule el proceso de toma de decisiones y nuestra participación en el mismo.
  • Evaluar objetivamente a los socios. Para entender donde se está metiendo uno lo más conveniente es realizar un DAFO para analizar el equipo ya que en definitiva serán quienes harán que el proyecto prospere.

Aunque son criterios que establece el sentido común, en ocasiones en las que toman parte componentes emocionales pueden provocar que se pierda la objetividad y al final se acabe lamentando decisiones bien intencinadas.

Via | Harvard Business Review Imagen | seannaber En Pymes Y Autónomos | Inversión

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