7 motivos por los que ser ambicioso es positivo en el ámbito laboral
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7 motivos por los que ser ambicioso es positivo en el ámbito laboral

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Según la RAE, ambición significa: 1. f. Deseo ardiente de conseguir algo, especialmente poder, riquezas, dignidades o fama. 2. f. Cosa que se desea con vehemencia. Su mayor ambición es vivir en el campo. La palabra deseo aparece en ambas acepciones. ¿Qué hay de negativo en desear?

Cuando se menciona que un hombre o una mujer es ambicioso un halo de desaprobación se dibuja en la mirada de la mayoría. ¿La razón? Se atribuye al deseo de mejorar la vida profesional o personal a un deseo que afectará de manera negativa a los demás, sobre todo en el entorno laboral.

La ambición no es sinónimo de lograr un objetivo por encima del bienestar ajeno

Aunque muchas personas ambiciosas se salten los principios éticos y morales para conseguir sus objetivos, no debemos confundirnos; hay ambiciosos que quieren ganar sin hacer trampas.

No todos los tipos de ambición son iguales. De hecho, hay personas dentro de una empresa que hacen daño a sus compañeros porque sí

Es decir, a los no ambiciosos no les empuja mejorar en su puesto, sólo se trata de perjudicar al entorno por una sensación de placer sin objetivo alguno, excepto el de perjudicar al que brilla o destaca. ¿Envidia?

La ambición bien gestionada contiene unos valores que pueden ser positivos para todos. Imaginemos una empresa que acaba de empezar, y uno de sus miembros es ambicioso.

Quiere que ese proyecto llegue lo más lejos posible e invertirá su energía y tiempo en trabajar en ello. ¿Qué hay de malo?

En una ocasión leí: La ambición de hacer requiere generosidad y arrojo porque los emprendedores encuentran en su camino toda suerte de obstáculos y dificultades.

7 motivos por los que ser ambicioso es positivo para todos en el ámbito laboral

1.La ambición va de la mano de la confianza. Tener confianza en uno mismo es positivo ya que a la hora de tomar decisiones, no se dará vueltas sobre un tema, sino que se llegará a un punto en el que (tras ser analizado junto al resto de la plantilla) se tomará una decisión.

2.La ambición es sinónimo de querer progresar y mejorar. ¿Qué puede haber de malo si un miembro del equipo desea que su equipo, su empresa, se encuentre entre las mejores? El ambicioso también tiende a prepararse para cualquier escenario y mantener la calma.

3. Ser ambicioso no es llegar hasta arriba pisando a tus compañeros. Al menos, la ambición sana no emplea tácticas tan burdas y ridículas. El talento personal y el saber trabajar en equipo son precisamente dos habilidades propias de una persona inteligente.

La ambición que no va de la mano sólo de logros personales, sabe que sin equipo no hay victoria

4.Puede motivar a compañeros que hayan perdido la ilusión.En el otro extremo, una persona que carece de ambiciones tiende a reprimir sus aspiraciones y puede precipitarse en el fracaso o la mediocridad, un compañero con ambición sana puede servir de ejemplo.

5.Sobredosis de realismo. Una persona ambiciosa quiere llegar lejos en el trabajo. Que la empresa mejor, cambiar de puesto, crecer profesionalmente pero también tener los pies en el suelo, por ello, debe preguntarse con sinceridad hasta dónde se quiere llegar y cómo compatibilizar esa ambición con otros aspectos de la vida.

6.En los 80 se forjó una imagen de la ambición como una aventura individual, en 2019 ya no. Una persona ambiciosa no es necesariamente egoísta, insolidaria o individualista, como se ha entendido durante mucho tiempo. Por el contrario, es una cualidad muy positiva e incluso necesaria tanto en el ámbito empresarial como en otros terrenos.

7.Sin el deseo de vencer, de crecer, de calificarse, de alcanzar mejores resultados, el resultado es la inercia. El deseo de cambio es lo que lleva a grandes transformaciones. Y esas son las cualidades de una persona ambiciosa que anhela mejoras en el terreno laboral.

Características de una persona ambiciosa

  • No importa el tamaño de su negocio. Sueña a lo grande y sabe que trabajar duro y aprender puede llevarle a cumplir sus metas. Tal vez la competencia sea dura, pero lo suple con una gran dosis de entusiasmo y ganas de trabajar.

  • Sin miedo a equivocarse. Esta vida está para arriesgarnos y vivirla con intensidad. Una persona ambiciosa si cuenta con un proyecto laboral, tal vez se caiga o fracase, pero lejos de hundirse o de caer en la autocompasión, apuesta por la autocrítica.

La ambición es sólo una de las características de un profesional de éxito. Hay muchas otras, como el liderazgo y la capacidad de inspirar a un equipo. La ambición bien entendida puede llevar de la mano tanto a los compañeros como a una empresa, siempre y cuando el objetivo a cumplir incluya a todos.

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