La derrota del asesor Maus [Humor]

La derrota del asesor Maus [Humor]
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El asesor Maus recibió una llamada urgente que no pudo ignorar: una empresa estaba a punto de cerrar, enviando a 30 personas al paro. Sin duda era un reto que no sabría si sería capaz de superar con éxito, pero se dirigió lo más rápido posible hacia las oficinas del cliente.

Respiró profundo al otro lado de la puerta y cuando lo hizo pensó que también necesitaba soltar la tensión que tenía acumulada en la espalda. Todo esto se tradujo en una pequeña sesión de yoga delante de la puerta del cliente, que adornada con un cristal semi-opaco, dejaba ver la extraña silueta del asesor dando saltos y lanzando puñetazos al aire como si fuera una especie de aprendiz de boxeador.

El cliente no tenía la costumbre de abrir la puerta, de hecho creía que se abría sola al decir "Si, pase", pero el espectáculo le hizo reaccionar. Tras comprobar que el mecanismo era similar al de la puerta del baño, la abrió y se encontró con Maus intentando recomponerse con algo de vergüenza y sudor en la frente:

  • El señor Mahou, supongo. Sus padres debían ser grandes aficionados a la cerveza.
  • Mi padre sí, la verdad...pero no, mi nombre es M-A-U-S
  • Ah, en plural. Curioso. Bueno, tome asiento, por favor. - El asesor se rindió y en lugar de seguir aclarando su nombre pensó que dejándole su tarjeta al final del servicio se daría cuenta del error.
  • Por lo que me ha comentado, la empresa está en una situación crítica.
  • Efectivamente, estamos al borde del cierre. La crisis, ya sabe... la cosa está mal.
  • Pero supongo que puede darme más datos sobre por qué les ha afectado tanto... - los tópicos no le ayudarían a solucionar nada.
  • Bueno, las ventas han bajado bastante y parece que toda la empresa está llena de vagos. Nadie se ha esforzado por levantar la empresa, todos han mirado por sus propios intereses y esto ha terminado en una pelea con los sindicatos que ha estropeado bastante el funcionamiento de la organización. Los empleados solo miran por ellos mismos y no ven que si no están con la empresa, esto cerrará.
  • Cuando dice que nadie se ha esforzado ¿se incluye?
  • No, por dios. Yo soy el gestor, he hecho lo posible porque la gente rinda, pero aquí nadie da un palo al agua. Solo quieren su sueldo, pero no se dan cuenta de que sin ventas esto no avanza.
  • Me llama la atención que llame a sus empleados "vagos". Parece que les culpa de todo.
  • ¿Y a quién voy a culpar? ¿a la virgen María? Son una panda de desagradecidos... la empresa les ha mantenido durante años y ahora, cuando más les necesitamos, nos dan la espalda.

El asesor Maus perdió parte de su energía con aquella conversación. Los ojos del cliente parecían los de una víctima, sin embargo aquel despacho hablaba de un tiburón, de un depredador. Pensó que lo mejor era darse una vuelta por la empresa y hablar con los empleados, ya que no tenía nada claro el problema que estaba hundiendo la empresa.

La otra cara

El cliente le dio permiso no sin antes avisarle de que los trabajadores intentarían ponerle en su contra. Aún así, Maus intentó actuar con objetividad y tras realizar múltiples comprobaciones técnicas pudo hablar con uno de los empleados gracias a que otro trabajador le recomendó hablar con él.

En ese momento la historia adquirió un toque dramático, ya que el trabajador aseguraba llevar cinco meses sin cobrar y haber recibido la oferta por parte de la empresa: si renunciaba a la indemnización de 10 años le despedirían para que pudiera cobra el paro. Las cargas familiares le estaban llevando a pensar en aceptar la oferta, pues ya no podía soportar más la situación y la empresa estaba paralizada por los enfrentamientos. Los jefes o no aparecían o se escondían en sus despachos, nadie sabía lo que debía hacer.

Contrastó que muchos de ellos se habían ido aceptado el trato, de modo que la empresa estaba despidiendo a coste cero y sus empleados renunciaban a sus derechos para poder llevar un plato de comida a la casa. Todo indicaba que el cierre no era evitable...cualquiera diría que era deseado por el empresario.

La empresa se había hundido tanto que nadie podía confiar en cobrar una indemnización y en el caso de cierre, tardarían años hasta cobrar lo que se les debía, algo que no podían permitirse.

Derrota

Cuando Maus volvió al despacho del cliente, abrió la puerta con desgana y se sentó en silencio con la cabeza gacha. Así permaneció unos segundos, con su tradicional aire distraído, pero en esta ocasión con la cabeza totalmente vacía:

  • Supongo que algunos empleados le habrán dicho que no están cobrando, pero no se preocupe porque aquí tiene su dinero para que se sienta más tranquilo. Sé que es un caso complicado y solo necesito que sea sincero: No hay salida ¿verdad? - El asesor vio el dinero sobre la mesa y se sintió sucio. Pensó en tirarlo, pero su mano temblorosa lo agarró para guardarlo en el interior de su chaqueta. - No se preocupe, le he llamado para que realice un análisis sincero. Aunque no haya salida, el dinero es suyo.
  • Seguramente no haya salida. - Maus hizo el gesto de ponerse en pie, pero se contuvo ¿Para qué me ha llamado? ¿quiere que encuentre una manera ingeniosa para que los empleados trabajen gratis? ¿buscaba una manera original de ahorrarse los despidos? Ah no, eso ya lo encontró ¿pretende que hiciera magia para que renaciera un imperio que usted está enterrando?
  • ¿Yo? - gritó el cliente con ira dejando unos segundos de silencio.
  • El mayor elemento diferenciador de una empresa se encuentra en su gestión. Es su mayor arma... pero su lenguaje y lo que me comentan sus empleados me hacen pensar que...
  • Fuera de aquí. Pensé que esos vagos tratarían de engañarle, pero confiaba en que sería más profesional.

Maus salió por la puerta sintiéndose derribado. Sacó el fajo de billetes y se lo dio al empleado que le había asegurado no haber cobrado en cinco meses. Este no pareció comprender lo que había pasado y quedó petrificado, pero solo obtuvo una respuesta del asesor: "Lo siento".

El asesor ni siquiera pudo empezar a trabajar y ya había sentido la derrota. Se sentó en su despacho y cerró los ojos pensando que podía haber actuado sobre las ventas, pero... sus pensamientos fueron interrumpidos por una nueva llamada de teléfono. Deberá aprender a filtrar mejor los casos.

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