Como bien comentábamos recientemente, las franquicias también son el enemigo o la competencia del pequeño comercio. Puede entenderse que si las cosas no funcionan, un trabajador opte por apostar por una franquicia y las ventajas que posee.
¿Pero es oro todo lo que reluce? ¿Franquicia es sinónimo de éxito y de clientes fijos? Normalmente, desde la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) se encargan de buscar el local idóneo y la ubicación que mejor se adapte al negocio.
Cuando a uno le invade el espíritu emprendedor, o sencillamente cree que es hora de que se produzca un cambio en el ámbito profesional, puede apostar por una franquicia. Pero, a pesar de las ventajas que posee abrir un nuevo negocio que ya está implantado en la mente de los consumidores, hay que tener en cuenta otros factores.
Por ejemplo, ¿es apropiada para mi ciudad una franquicia para lavar la ropa? Tal vez en una gran ciudad sí, pero en una pequeña, no tanto. Invertir en una franquicia no es barato, por lo que hay que pensar muy bien antes de dar el paso.
Hay negocios de franquicia para todos los bolsillos. Si bien la inversión media para poner en marcha una franquicia en España se situó el pasado año en los 96.100 euros, un desembolso que supone un descenso de apenas un 1% respecto a los 97.000 euros de media del año anterior, según datos de la consultora Barbadillo & Asociados
En el caso de las lavanderías, Mr.Jeff ofrece: lavar la ropa, la planchan e incluso hacen tratamientos de tintorería. Todo ello con el añadido de que la recogen y la entregan en el lugar que el cliente decida y en un plazo de 48 horas.
Aunque en España el boom por lavar la ropa fuera de casa, no es tan potente como en otros países, poco a poco se va implantando en las grandes ciudades. Pero como digo, no termina de despuntar en nuestro país y sí en Latinoamérica. Por lo tanto, si tienes pensado abrir una franquicia, piensa en el público objetivo al que quieres dirigirte, ¿existe?
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