Uno de los grandes problemas que está generando el alza en los costes de los combustibles es un aumento de los precios en todos los sectores. También los gastos de desplazamiento que cobran muchas empresas. Pero además a los empleados que les pagan un kilometraje les supone un doble problema y una merma en su renta por diferentes moTivos.
Hay que tener en cuenta que el kilometraje cuando el viaje se realice con un vehículo privado, el pago máximo es de 0,19 euros por kilómetro la cantidad que está exenta de IRPF. A partir de aquí todo lo que nos paguen por encima de esta cantidad tiene que tributar al tipo correspondiente para cada empleado.
¿Pero es un ingreso extra o una compensación?
La cuestión es que tributa como si fuera un ingreso extra en la nómina de cada trabajador. Pero la realidad es que lo que hace es compensar el uso de su vehículo privado para cuestiones laborales requeridas por su empresa.
Si han tenido suerte y se ha revisado el coste por kilómetro que se paga, posiblemente la cantidad por la que tienen que tributar es mayor. Lo normal es que esta cantidad exceda esos 0,19 céntimos a los que no se aplica descuento de IRPF. Sin embargo, con el alza de los combustibles, la realidad es que lo que queda en sus bolsillos es mucho menos que antes, ya que los aumentos han sido realmente importantes, incluso con la rebaja de los 20 céntimos realizada recientemente.
Y si no han tenido revisión todavía peor, ya que la compensación que reciben por el kilometraje no cubrirá los gastos en los que incurren con su vehículo, que no son exclusivamente los de combustible, sino que tienen que ver también con el mantenimiento del mismo. Eso por no hablar de posibles multas que nos pueden poner durante estos desplazamientos laborales.
Si además tenemos en cuenta que el IRPF no ha reflejado las subidas del IPC en los últimos años, la realidad es que el empleado no está ganando más dinero, ni obtiene beneficios por el uso de su coche privado para cuestiones laborales y sin embargo si está pagando mucho más de lo que le correspondería de IRPF que hace cinco años, por poner un ejemplo.
¿Qué le interesa más a la empresa pagar kilometraje o un renting?
La realidad es que depende mucho de la cantidad de kilómetros que realiza un vehículo a lo largo del mes. Si una coche de empresa está todo el día en la calle y acaba el mes con 5.000 kilómetros, el coste de kilometraje con esos 0,19 euros por kilómetro sería de unos 950 euros.
Si tenemos en cuenta que el renting de un vehículo puede salir por aproximadamente unos 300 euros al mes. Depende del modelo, pero también del kilometraje anual, puede ser más caro o algo más económico, pero no mucho más. Si calculamos un gasto de combustible moderado, de 7 litros cada 100 kilómetros, al coste actual de 1,64 euros, (restados los 20 céntimos de descuento) el coste sería de unos 574 euros al mes.
Es decir, ahora mismo a la empresa le interesa pagar kilometraje. Aunque lo cierto es que en la mayoría se paga por encima de esos 0,19 euros por kilómetro, lo que ya supone un gasto mayor que tener un vehículo de empresa.
Con un coste de combustible más moderado el renting va ganando puntos frente al pago de kilometraje. En muchas organziaciones hay un modelos mixto, donde los empleados que pasan todo el día de un lado para otro van con vehículos de empresa, y los que lo utilizan más esporádicamente les pagan kilometraje.