No, no se trata de que los famosos ladrones de tiempo, estos programas y servicios donde entramos para un minuto y cuando nos damos cuenta llevamos más de media hora o la mañana completa sean como un virus que ataca en verano, sino que por lo general en muchas empresas es época valle, hay menos tareas y tenemos menos defensas para luchar contra los ladrones de tiempo.
Y vamos dejando que las tareas poco a poco se vayan prolongando hasta ocupar todo el tiempo que tenemos disponible. Es cierto, no intentamos tener la misma eficacia y productividad que el resto del año, dedicar el tiempo libre a organizar mejor nuestro entorno de trabajo, eliminar archivos duplicados, optimizar nuestros equipos, etc.
O también dedicar el tiempo a probar otras soluciones, metodologías de trabajo como el GTD, la técnica Pomodoro, Kanban, etc. que nos pueden ayudar a ser más productivos luego durante el resto del año. Iniciarse en estos métodos de productividad personal lleva tiempo y quizás el verano es el mejor momento para ello.
Otras opciones que tenemos son ponernos al día con algo de formación sobre algún tema concreto que no tenemos tiempo a lo largo del año o simplemente introducir pequeñas mejoras en nuestra dinámica de trabajo que nos hagan ganar tiempo. Basta con aprender un par de atajos de teclado al día e introduciéndolos en nuestro trabajo para mejorar mucho nuestra productividad.
Con esto quiero decir que el verano puede ser una época en la que podemos sacar mucho partido a distintas facetas de nuestro trabajo y prepararnos para cuando tengamos un volumen de trabajo más alto, poder sacarlo adelante con la solvencia adecuada. En estos momentos es cuando agradeceremos este trabajo previo.
En Tecnología Pyme | ¿Procrastinas mucho? Te ayudamos a dejar de hacerlo
Imagen | Kevan Davis