El pasado día 10, el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición de ley para que el IVA se calcule sobre las facturas cobradas, aplicando, de esta forma, el criterio de caja en lugar del de devengo que se utilizaba hasta ahora. Esto supone una gran ventaja en relación a la situación anterior que obligada a autónomos y empresas a ingresar el iva de las facturas estuvieran cobradas o no, con el evidente perjuicio que suponía el adelantar el IVA de las facturas pendientes de cobro.
Esta medida ya había sido aprobada como proposición no de ley en abril del 2009, también por unanimidad, pero el Gobierno no la había aplicado. Por este motivo se volvió a presentar, esta vez como proposición de ley, y ha vuelto a aprobarse.
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno, porque lo que parece una buena medida para autónomos y pymes puede tener un efecto contrario. ¿Cómo se va a controlar por parte de Hacienda este nuevo sistema? Fuentes de este organismo, que por cierto está totalmente en contra de esta medida, indican que la única manera de vigilar la aplicación de este sistema es incrementando los controles, es decir, que habrá más inspecciones.
Además, ¿qué ocurrirá con las facturas de gastos? Se supone que si para el cálculo de la cuota a liquidar tenemos en cuenta el criterio de caja en nuestros ingresos, debemos de utilizar el mismo para los gastos, o sea, que la bondad de la medida tendrá un impacto menor de lo que podríamos pensar.
Sería descabellado que se utilizara un criterio en los ingresos y el otro para los gastos ya que si eso se permitiera, ¿cómo se elaboraría el modelo 347 de operaciones con terceros si el que emite la factura no la declara por estar pendiente y el que la recibe sí porque quiere deducirse el gasto?
A ver como se desarrolla la aplicación de esta medida porque el titular es muy llamativo, pero veremos si realmente es eficaz.
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