Cómo usar la OEPM para timar pardillos

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El pasado año Remo nos avisaba sobre los listillos que pretendían hacer negocio a cuenta de las empresas que se daban de alta en el registro intracomunitario. Es evidente que, a pesar de lo burdo y de las advertencias múltiples el sistema funciona. La prueba, es que con determinadas variantes se sigue usando, incluso en otros lares. Algunos han visto claro el usar la OEPM para timar pardillos.

Al igual que en el caso de Remo, que lo cuenta en primera persona, en esta ocasión también es el propio autor del blog que cito, Sevach,el que padeció estas prácticas tras solicitar la inscripción de una marca en dicho Registro. Os dejo con su palabras para que esbocéis una sonrisa:

Pues bien, tras publicar el Boletín de la Propiedad Industrial de 12 de Marzo de 2012 la solicitud de dicha marca (“Sonrisa de Quevedo”) recibí dos cartas de diferente origen y propósito. Una de ellas, legítima, procedente de una Agencia Oficial de la Propiedad Industrial ofreciéndome sus servicios para llevar a buen puerto la inscripción. Otra, indecente, procedente de la denominada ODM S.R.L. bajo la pomposa rúbrica “ Patent Trademark Register” que con gran despliegue de símbolos, colorines y supuestos sellos oficiales me insta al abono de 525 euros como “cargo de Registración” en el plazo de ocho días; cuando uno se percata que el pago bancario es a Bratislava y el cheque a Viena, y observa las erratas de lenguaje supuestamente oficial, resulta palmario que se trata de una estafa en toda regla.

En este caso, al igual que en el de Remo, se encuentra al potencial timado a través de la publicación de una solicitud de inscripción en un registro oficial. Igualmente, se le intenta confundir con que se trata de una suerte de cargo obligado, de ultimo paso para inscribirnos (el caso de Sevach) o de acceso a una web oficial (que no lo es, en el caso de Remo). El empresario ajeno a este tipo de mecanismos, que accede por primera vez en el registro, es posible que pique.

Dice Sevach que algo habrá que hacer. Ciertamente, si uno es asesorado por un profesional difícilmente lo podrán engañar, pero es obvio que eso tiene un coste. Si no es así, digo yo que basta con tener dos dedos de frente y leer con detenimiento lo que se nos envía, y no disparar (pagar) primero y preguntar después, algo muy propio de nuestro carácter latino. No creo que aquí haya que echar precisamente la culpa de nuestra inconsciencia a la Administración.

Vía | Timos en tiempos de crisis con la complacencia de los gobernantes En Pymes y autónomos | El timo del nazareno, Que no te vendan la moto en tu empresa

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