Lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse. Esta máxima, que podemos escuchar en casi cualquier ámbito de la vida, es extensible también para cualquier empresa. Lo difícil no es constituir una empresa, lo difícil es hacer de nuestro negocio nuestro modo de vida principal o, incluso, único.
Esta dificultad se pone de manifiesto cuando echamos un vistazo a los datos. Y es que, según el libro Avanzando, claves para sobrevivir y crecer, de Oriol Amat y Pilar Lloret, que analiza los modelos de éxito de las empresas españolas y su ciclo de vida, dos de cada tres emprendedores abandonan su proyecto a los cuatro meses de iniciarlo. Unos datos que reflejan la dificultad de poner en marcha una empresa.
El libro refleja, además, que el 18% de las empresas aguantan tan solo cuatro años de vida y tan solo una de cada 10.000 logran aguantar más de cien años de vida. Para la elaboración de este estudio, los autores identificaron 470.000 empresas y seleccionaron dentro de ellas 100 cuyo modelo de negocio hubiese sido un éxito.
Después de analizar unos datos de este tipo, podemos concluir que, al margen de la dificultad de poner en marcha una empresa en nuestro país, mantenerla en el tiempo es uno de los mayores retos a los que se enfrenta cualquier emprendedor, máxime teniendo en cuenta las pocas facilidades con las que cuentan las empresas en España para continuar con su negocio en condiciones adecuadas.
En Pymes y Autónomos | La gestión del fracaso empresarial Imagen | geralt