Hace un par de años, un estudio publicado por Educa 2020 y la Fundación Axa ponía de manifiesto una realidad muy preocupante para nuestra economía: los universitarios preferían ser funcionarios por encima de emprender o trabajar en una multinacional. Las garantías laborales, la comodidad o los horarios fijos eran (y siguen siendo) una perita muy dulce para muchos estudiantes por encima de las preocupaciones propias que conlleva un negocio.
Dos años después, el escenario no ha cambiado demasiado, y España es uno de los países menos emprendedores de la Unión Europea. Según el estudio 'Competitiveness and entrepreneurship rate in Europe during the economic recovery phase, 2012-2016' elaborado por investigadores de la UAH y tomando como base de datos el 'Global Entrepreneurship Monitor' que analiza los datos de 19 países de Europa, el periodo comprendido entre 2012 y 2016 presentó una tendencia decreciente en lo que a emprendimiento se refiere.
En concreto, se pasó del 5,7 al 5,2 por ciento en estos cuatro años. Y aunque esta tasa creció hasta el 6,2 por ciento en 2017, sigue estando por debajo de la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 7,8 por ciento, 1,6 puntos porcentuales menos.
Las razones son varias, pero según el informe, la menor tasa de emprendimiento viene explicada por una mayor dotación de recursos tecnológicos, que favorece la consolidación de empresas de mayor dimensión en lugar de pymes. Otro aspecto importante se explica por los pobres conocimientos financieros y mercantiles, sí como habilidades de gestión y negociación necesarias para poner en marcha una actividad empresarial.
Por debajo de la media se sitúan también otros países que tradicionalmente tampoco han tenido mucho predicamento por el emprendimiento, como Francia, Grecia e Italia. Los que están por encima son los que todos tenemos en la cabeza, como Austria, Estonia, Finlandia, Alemania, Holanda, Suecia o Reino Unido.
En Pymes y Autónomos | ¿Por qué no existe la cultura del emprendimiento en España?