Basta con pasear por cualquier estación de tren de una gran ciudad. Las personas no caminan, corren. No permiten que las escaleras mecánicas cumplan su misión: las suben de dos en dos. Por la calle se producen fenómenos como el ritmo que llevan al caminar los viandantes.
La prisa se ha convertido en un compañero de viaje, en ocasiones sin motivo para ello. Trabajar y la supuesta evolución de la sociedad no ha ido de la mano de la calidad de vida. A más responsabilidad, más horas. El tiempo en el trabajo es oro, y cuantas más horas estemos en él, sinónimo de mayor cualificación: un atraso.
En el pasado se preveía un futuro donde en el plano laboral estaríamos más relajados. Todo iría a un ritmo más lento, ¿la razón? los avances en la tecnología servirían para aprovechar cada minuto y quitarnos responsabilidades.
La crisis económica y global que golpeó a esta sociedad sin miramientos, ha dibujado un escenario totalmente opuesto a lo que se vaticinaba.
El trabajador que mejor preparación tiene, ante la inestabilidad, pasa más tiempo en la oficina, y además se lleva trabajo a casa. De hecho, de camino a ella sigue trabajando "gracias" a teléfonos inteligentes y otros soportes.
No son pocos los gerentes de multinacionales que presumen de trabajar lo mismo o más que sus empleados. Un sin sentido, ¿dónde están entonces sus privilegios? ¿De qué sirve dirigir un imperio si vives peor que tus trabajadores? El tiempo para este perfil no es oro, sino algo baladí.
Se ven en la obligación de demostrar que son válidos, responsables y sobre todo que se les vea es importante. Justo cuando el trabajar desde casa, era el objetivo y no el de dejarse ver sin que eso conlleve un aumento de la productividad.
Vivir para trabajar no es vivir. Ni en un alto cargo ni siendo un asalariado. Al final, los privilegios de uno se difuminan si no dispone de espacio en su vida para disfrutarlos. Un trabajador no cualificado (término a estudiar) quizás no perciba un sueldo elevado pero tal vez, su nivel de estrés, y su tiempo libre sea de más calidad que el que decide trabajar como estilo de vida.
Vía|El Confidencial
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Imagen|Edgar Jiménez