Cuando una empresa comienza a utilizar las redes sociales su objetivo es llegar al mayor número posible de personas por eso muchas de ellas no dudan en incentivar a sus propios empleados para que utilicen las redes, se hagan eco de las informaciones de la empresa y las propaguen hacia sus propios seguidores aprovechando el efecto viral de las redes sociales. Pero a veces estas relaciones son complicadas, por eso hoy vamos a hablar de trabajadores, empresas, redes sociales y la cuadratura del círculo, o cómo hacer que los empleados sean partícipes de los mensajes de la empresa.
Porque en este caso existen distintas aptitudes que pueden ser más o menos beneficiosas para la estrategia en las redes sociales de nuestra empresa. Al fin y al cabo las propias redes sociales serán un reflejo de la empresa, por lo que si existe un buen ambiente dentro de la empresa es normal que se refleje dentro de la red social, y exista interacción entre empresa y trabajadores, entre los propios trabajadores, o se pulse el botón de me gusta o se retwitee un mensaje sobre un nuevo producto o servicio.
Pero muchas empresas afrontan el hecho de estar en la red social como una cuestión fiscalizadora, de control en muchos casos de los trabajadores y seguro que habéis oído más de un caso de despidos de empleados por comentarios en las redes sociales contra su empresa, jefe, etc. Si no existen una relación de amistad entre jefes y empleados, o entre los propios empleados no vale la pena agregarse como contactos en redes sociales que no sean de ámbito profesional.
Otra de las cosas que muchas empresas afrontan de forma equivocada, en mi opinión, es la obligación de completar sus perfiles o difundir los mensajes de la empresa a través de la red. Me parece bien que se llegue a un acuerdo entre empleados y empresas como un quid pro quo, yo te dejo entrar en las redes sociales y a cambio todos tenéis en vuestro perfil que trabajáis en esta empresa y os comprometéis a difundir los mensajes corporativos de la misma.
En ningún caso creo que la empresa deba obligar a los empleados a realizar este tipo de acciones como parte de su compromiso laboral. En primer lugar porque la empresa no podrá controlar todos los mensajes que cruzamos con el resto de nuestros contactos. Si alguno de ellos nos pregunta por qué reenviamos mensajes corporativos siempre podremos contestar en privado que lo hacemos por imposición de la empresa y esto no deja en buen lugar a la misma.
Tampoco creo que las empresas deban obligar a los trabajadores a dejar sus currículos o perfiles profesionales en redes de dicho ámbito, tipo LinkedIn o Xing. Esta es una cuestión que debe ser natural por parte de los empleados, que deben crear sus conexiones con otras personas como parte de su desarrollo profesional y en la búsqueda de mantener relaciones de ámbito profesional con personas afines a sus intereses.
Toda relación entre empleados y empresa tiene que hacerse de forma natural. No hay que forzar las cosas y si no tenemos una relación de amistad, que trascienda el ámbito profesional no es cuestión de obligar a los empleados a que se agreguen unos a otros. Si la empresa fomenta en su dinámica el trabajo en grupo, la unión de los trabajadores en función de un objetivo común esto se reflejará en las redes sociales. Pero lo mismo ocurrirá si todas estas circunstancias no se dan.
En Tecnología Pyme | ¿Sabemos sacarle partido a las redes sociales en la empresa?