En diversas entradas hemos comentado que tipo de organizaciones conforman el tejido empresarial de nuestro país. Pequeñas empresas, muy pequeñas en realidad. En lo que a tecnología se refiere, más concretamente en cuanto a soluciones de software para la gestión de estas entidades, habitualmente nos encontramos con el problema de acceder a una solución que sea capaz de ceñirse a nuestras necesidades.
Cuando hablamos de un autónomo o empresa con dos o tres trabajadores, éstos no tienen tiempo para dedicarse a tareas de gestión, su prioridad está en el producto o servicio que comercializa su empresa. Encargarse de la contabilidad, facturación y gestión de la documentación son conceptos bastante alejados de sus posibilidades reales.
La solución habitual es contratar un servicio externo que se encargue de contabilizar, ayudarnos a cumplir con nuestras obligaciones fiscales y que se ocupe del papeleo en general. No es una mala solución, pero si nos apoyamos en exceso en ella podemos perder de vista la información importante que nos puden proporcionar los datos que obtenemos al ocuparnos, total o parcialmente, de estas tareas de gestión.
La tecnología, el software en este caso, debería ser una herramienta que nos facilitara encargarnos de estas obligaciones, al menos de forma que nos permita utilizar la información que vamos a obtener para tomar las decisiones que favorezcan el crecimiento o la sostenibilidad de nuestra compañía. Evidentemente necesitamos de unos conocimientos básicos para manejarlas, pero deberíamos exigir soluciones que no requieran ser un experto para sacarles rendimiento.
Buena parte de los programas disponibles en el mercado son demasiado generalistas, por decirlo de alguna forma, y mi opinión es que, en el caso de las empresas más pequeñas, menos es más. Hay que buscar software enfocado a estas necesidades, sencillo y con las funciones que necesitamos, ni más ni menos. Nuestra intención es ayudaros a encontrar este tipo de soluciones en los próximos posts.
Foto | scol22