Ya hemos visto en El Blog Salmón y en Ahorro Diario como, de muy distintos modos, se esta generalizando la práctica de las subasta: subastas ordinarias, inversas, incluso negocios con apariencia de subasta que en mi modesta opinión (y en la de Remo, como mínimo) no lo son. Me temo que el asunto seguirá in crescendo, especialmente mientras arrecie la crisis y haya gente con stocks comprometidos y una tremenda necesidad de dinero. De todos modos, como se desprende de los ejemplos citados, rogaría que se tuviese mucho cuidado a la hora de participar en cualquier tipo de subasta. He mencionado la sequía de liquidez, el encarecimiento de los créditos y su mayor rigidez a la hora de otorgarlos, apesto este que tocaré en un próximo post. Pues bien, aplicando la lógica P2P, ya hay quien apuesta por herramientas que repliquen dicho funcionamiento. Ha ocurrido en el mercado de particulares, y también en el de startups para financiar lanzamientos de nuevas empresas. Sin embargo me voy a centrar en el día a día de la pyme, en la necesidad de anticipar sus facturas, de convertir en dinero pagarés, letras, etc, cuando su Banco no se los acepta. Y ahí me encuentro con el portal Mercado de créditos.
El funcionamiento es sencillo. Se suben al portal los créditos que se quieren anticipar, los posibles compradores pujan por ellos, y cierran la operación fuera del mismo. Ambas parte pagan unas comisiones, una por publicar los créditos que vende, la inversora por acceder a la información y poder pujar. ¿A qué es sencillo? Y tanto. La pena es que no creo que tenga mucho éxito.
Sus creadores usan como frase publicitaria la siguiente:
¡Consiga anticipación (sic) de un pagare aun no vencido que nadie le quiere descontar!
Siendo consciente de que en ocasiones no se descuentan efectos por motivos ajenos a la calidad de los mismos, cabe preguntarse los motivos que llevarían a un particular o empresa a comprar un crédito frente a la negativa de una entidad financiera. ¿Tiene mejores conocimientos financieros, mayor músculo, más información, etc? Lo veo difícil, salvando temas de información privilegiada, recompra de deuda propia.
Y es que no hay más que ver que se admite todo. Por ejemplo créditos vencidos, operaciones que supuestamente ya están siendo impagadas, incluso afectadas por un concursos de acreedores. evidentemente hay un mercado para estas operaciones, existen empresas de recobros especializadas en este tipo de operaciones, que compran deuda a precios irrisorios dada la escasa capacidad de recuperar siquiera el principal. Me cuesta entender que se pase de este tipo de operatoria, que me parece más lógica, a la de una subasta.
El papel de Portal se limita al descrito. Ciertamente se examina la documentación, o mejor dicho los pdfs que se envían de la misma, pero como mencionan en las Condiciones de Uso, apartado 6.3, ellos se limitan a a examinar la apariencia de veracidad de la misma, o sea poca cosa. manifiestamente dicen que ellos no responden de la veracidad, exactitud, exigibilidad, ni vigencia de los créditos, ni de la solvencia de los deudores. El apartado 6.4 deja también bastante claras las cosas.
Yo no lo veo, aunque admito que puedo estar equivocado.
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