Caja de seguridad para nuestros documentos sensibles

Caja de seguridad para nuestros documentos sensibles
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En muchas ocasiones en nuestro quehacer profesional diario manejamos documentación sensible y delicada, también puede ser que manejemos objetos de valor, o bien que dispongamos por ejemplo de algunos bienes o dinero (por supuesto legalmente declarado) que queramos darle una protección extra, para todo ello existe una solución que es de la que quiero hablar: las cajas de seguridad.

Pero en este artículo no quiero hablar de las cajas de seguridad o caudales que podamos disponer en casa o en la oficina y que nos pueden resultar de una gran utilidad. Quiero hablar de las cajas de seguridad que nos pueden proporcionar en régimen de alquiler las entidades bancarias en sus dependencias, y sobre ellas quiero explicar ligeramente su funcionamiento.

Para empezar decir que no todas las entidades financieras (ya sean estas cajas o bancos) disponen de este servicio, ni tampoco incluso las que lo poseen disponen del mismo en todas sus oficinas. Al contrario, es un servicio bastante exclusivo, muy focalizado en algunas oficinas, pero eso sí, con un alto grado de ventajas, principalmente la seguridad y la privacidad.

A modo práctico y sin entrar a valorar el uso y las funciones que cada uno le dará a la caja por él (o ella) alquilada, decir que este servicio tendrá un coste que partirá desde aproximadamente los 150€ anuales (además de posibles fianza o coste de llave) según el tamaño de la caja a alquilar, y decir también que cada acceso a la sala acorazada donde se encuentre nuestra caja tendrá normalmente un coste por servicio (que normalmente es de unos 3€ por acceso, pudiendo ser en algunos lugares de un coste un poco más elevado).

El funcionamiento es bien simple, una vez lleguemos a las dependencias de la oficina financiera donde se encuentre nuestra caja de seguridad y solicitemos el acceso, después de identificarnos, seremos acompañados por personal del banco a la sala acorazada, donde siempre accederemos solos y se dará cierre de la puerta para mayor privacidad, una vez finalicemos de manipular el contenido de la caja, solicitaremos la apertura y nos vendrán a recoger para acompañarnos a la salida.

Unos apuntes para finalizar: por supuesto es responsabilidad de cada usuario hacer un uso legal de la caja de seguridad y de todo lo que en ella deposite. Y para aquellos temerosos de que les roben, decirles que en caso de robo en la entidad bancaria todas las cajas de seguridad están cubiertas por un seguro, pero es de destacar que debido al carácter privado del contenido de la caja, el seguro cubre hasta un importe máximo, no por el valor real de lo que pueda ser sustraído (si es que lo depositado no se ha identificado y asegurado expresamente, cosa poco habitual).

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