La marca de la empresa se ha convertido en el sello de presentación, en la parte más grande de la cara de nuestro trabajo o de los servicios que llevamos a cabo por ese motivo no podemos olvidar o dejar de mostrarla por todas las vías posibles. Una de ellas es mediante campañas de videomarketing efectivas y dirigidas a nuestro público.
La empresa debe expandirse, y es mucho más rápido (y cómodo) usar medios basados en la red de redes: Internet. Para ello podemos usar el vídeo; que no es más que la forma más impersonal pero a la vez más "visual" de darnos a conocer. Aunque ya oímos ayer como los emprendedores prefieren el boca a boca.
Planificación de la campaña de vídeos
Los objetivos son clave: Con una campaña de vídeos podemos buscar obtener viralidad (publicidad), conseguir un cierto contacto emocional con nuestro público (por ejemplo, para humanizar la experiencia de venta online), mejorar nuestro posicionamiento en buscadores, o realizar algún tipo de divulgación (explicar las ventajas del producto, o contextualizar su uso). Tenemos que tener muy claro qué pretendemos conseguir, pues toda la planificación tendrá que estar al servicio de esos objetivos.
Olvidémonos del lenguaje televisivo: Los mensajes deben estar muy segmentados a nuestro público objetivo, casi personalizados, pues en Internet la diferencia entre que vean nuestro vídeo o lo abandonen puede estar en unos pocos instantes. Nuestros contenidos de videomarketing deben retener constantemente la atención de nuestro público. Tenemos que hacer vídeos dinámicos, de entrega muy rápida.
Guión, guión y guión: Sólo un buen mensaje que aporte valor añadido va a tener éxito en videomarketing. Los contenidos que normalmente triunfan suelen apostar por mensajes divertidos (lo divertido se comenta) o útiles (el how-to puede vender muy bien). Si lo que queremos es conseguir viralidad, también podemos apostar por mensajes relacionados con temas de gran actualidad, o que estén de moda en ese momento (por ejemplo, relacionados con la Navidad, o con grandes eventos deportivos o culturales).
Conclusión
No podemos dejar de apostar por nuevos métodos de comunicación, por nuevas formas de darnos a conocer y por nuevas vías de expansión. En cierta manera estamos obligados a hacerlo, a invertir en algo que no se sabe aún si triunfará y en darnos cuentas de que hemos caído o apostado por una tecnología vencedora.
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