Muchas veces cuando se decide dar el paso para trabajar como autónomo una de las primeras cuestiones que debemos hacer es aprender a trabajar. Seguramente lo hemos venido haciendo para otros durante un tiempo, pero ahora somos nosotros los que tenemos que organizarnos. Y es posible que acabemos trabajando en la empresa como si estuviéramos en casa con los amigos.
Me refiero sobre todo a la consideraciones que tiene dar el paso de hacer una página web para un amigo, al que no le vamos a cobrar, a dedicarnos profesionalmente a ello. La diferencia legal entre un estado y otro es importante, así como las exigencias que tenemos que cumplir. Se suele prestar sobre todo atención en el aspecto fiscal, pero hay muchos más que debemos vigilar.
Ya hemos comentado la información que debe contener nuestra página web, la normativa anticookies, los aspectos que debemos tener en cuenta para cumplir con la LOPD y otros muchos para los que quizás no estamos preparados, no nos han informado o no tenemos la formación adecuada. En el caso de la LOPD, lo más habitual es que no pongamos ningún cuidado en la privacidad de los datos de nuestros contactos.
¡Ahora soy autónomo! Hay que actuar de forma profesional
Es normal, en parte no estamos acostumbrados a este trato, muchas veces se utiliza un correo que teníamos de antes por otras cuestiones pero para el que no tenemos autorización para enviar comunicaciones comerciales, por ejemplo, que muchas veces van en copia todos nuestros contactos.
Lo mismo con los números de teléfono, mensajes a través de WhatsApp o redes sociales, donde lo más habitual es no separara la vida personal de la profesional y acabamos publicando la foto de las vacaciones junto con la del último trabajo. Este ejemplo lo tenemos claro en nuestro portátil, donde no tenemos un perfil de trabajo y otro personal.
Esto también nos puede ocurrir si tenemos responsabilidad en un grupo de trabajo dentro de una empresa mayor, donde muchas veces utilizamos herramientas, nos llevamos datos de clientes, empleados, etc. que compartimos alegremente a través de un enlace en Dropbox, etc. como si trabajáramos en un grupo de amigos. Pero es una empresa, y tenemos que ser conscientes de ello si no queremos tener algún disgusto, que tarde o temprano llegará si no corregimos nuestra forma de trabajar.
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Imagen | Jean-Etienne Minh-Duy Poirrier