Según un reciente estudio de Kaspersky Labs un 30% del malware se sigue distribuyendo desde memorias USB infectadas, pero ¿por qué no acabamos con el malware a través de puertos USB? Porque es una cuestión más o menos sencilla de resolver.
Más allá de las consideraciones técnicas, fundamentalmente creo que de debe a un exceso de confianza por parte de los usuarios. No por tener una memoria USB de Batman estamos protegidos contra los malos. Todos hemos introducido alguna vez una memoria USB en un equipo, y no todo el mundo impide que se ejecuten los programas que contiene de forma automática.
A esto le sumamos que muchos piensan que ellos no hacen nada raro en los equipos, visitan páginas normales, que nos son sospechosas, no realizan determinadas descargas, etc. Y sin embargo es tan sencillo infectarse a través de un WordPress desactualizado que en cualquier otra página.
Y todo esto nos lleva a introducir nuestra memoria USB en los equipos de la empresa sin miramientos, y por supuesto, sin analizar previamente. Todo esto nos lleva a confiarnos y al final se nos cuela malware en la red corporativa que muchas veces no es tan sencillo de eliminar y molesta más que dañar los equipos.
En Tecnología Pyme | Uno de cada tres equipos ha sufrido una infección en Internet en 2013 Imagen | David Berkowitz