Vivir en un mundo hyperconectado hace que muchas veces elegir el canal de comunicación adecuado para difundir nuestros mensajes sea básico. No basta con lanzar el mensaje en una botella y esperar que llegue a su destino. Lo que buscamos es que tenga impacto, que la gente lo lea, que sea útil. Y muchas veces cometemos errores al elegir el canal de comunicación en las redes sociales.
Os voy a poner un ejemplo. Una franquicia que pone una gran cantidad de productos en oferta en momentos puntuales. Pero lo hace en función de como va el stock de almacén, o la fecha de caducidad, etc. Tiene diferentes ofertas en función de la tienda. Pero usa el mismo canal de Twitter para difundirlas todas.
El problema es que necesitamos segmentar por localización en este caso. Otras veces será la oferta sólo para hombres en una tienda de ropa, y lo más probable es que el dos por uno en corbatas no interese a la mayoría de las clientas. Por eso es básico elegir el canal adecuado para nuestras comunicaciones.
En este sentido redes como Pinterest, que nos permiten seguir no sólo a un usuario, sino determinados intereses de este usuario pueden ser más interesantes para la empresa. Lo mismo con los distintos canales RSS que se ponen a disposición para seguir los distintos temas que se publican en la web de la empresa.
Lo importante no es lanzar muchos mensajes a un público inmenso, sino más bien pocos y hacia un público escogido que se muestre interesado en ellos. Esto no es fácil de conseguir en las redes sociales, pero es muy efectivo para mejorar la política de comunicación y el marketing online de la empresa.
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