Ya queda poco para el final del soporte oficial de Windows XP, que llegará en Abril del año que viene, poco más de cuatro meses. El sucesor natural para migrar los equipos que continúan con este sistema parece ser Windows 7, pero poco a poco también va cumpliendo su ciclo y está por ver hasta cuándo podremos comprar ordenadores con Windows 7 en la empresa.
El pasado 30 de Octubre dejaron de poder adquirirse Windows 7 en el canal retail. Esto quiere decir que si lo que deseamos es comprar una licencia de Windows 7 como tal ya no está a la venta. Claro que podemos pasar a equipos que tienen este sistema preinstalado ya, equipos nuevos o también a licencias por volumen. Pero esto también tiene una fecha de caducidad.
Lo primero que desaparecerá es la venta de equipos nuevos con Windows 7 preinstalado, donde ya han surgido rumores de que sería el 30 de octubre de 2014, poco menos de un año, aunque desmentidos por Microsoft y está por determinar. Lo cierto es que una vez liquidado Windows XP, no quedara mucho por delante, un año, dos hasta que se liquide el stock que haya en almacén.
Microsoft siempre ha hablado de Windows 8 como un sistema operativo pensado para convivir con Windows 7, y está claro que va a tener que hacerlo si tenemos en cuenta que su cuota de mercado es muy baja respecto a este. Por eso me temo que quizás aquí quieran acelerar los plazos para que la empresa y los consumidores tengan que elegir, si o si, Windows 8.
¿Cómo afecta a las empresas? Pues para las más pequeñas, que no van a licencias por volumen, son las que tendrían que plantearse su estrategia para adquirir nuevos equipos de aquí a dos años, para saber si quieren convivir con los dos sistemas o sólo quedarse con uno de ellos. Además aprovechar el momento de liquidación en precios de equipos con Windows 7 preinstalado puede ser una buena opción.
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