Vamos a empezar hoy un repaso a diez de las tendencias empresariales que tendrá la empresa en 2012. Cómo otros años se trata más que nada de un repaso de lo que ha dado de si el año 2011 y veremos si la tendencia continua y tiene proyección para el año venidero. Vamos a empezar el repaso con el hardware y los equipos informáticos.
Porque en muchos foros y especialistas de todos los sectores pronostican cada vez con más fuerza el fin de los equipos de sobremesa. Lo cierto es que esta afirmación puede ser correcta para los equipos de consumo en los hogares, donde portátiles, tablets, etc. o simplemente la falta de espacio en nuestras casas hace que cada vez sea más complicado encontrar equipos de sobremesa, pero estas cuestiones no se observan en las empresas que siguen apostando por estos equipos.
El factor económico es fundamental
Porque uno de los principales motivos del mantenimiento de los equipos de sobremesa tradicionales es el coste de los mismos. Mientras un equipo de sobremesa siga siendo más económico que un portátil, un todo en uno o un mini, por citar tres ejemplos de equipos que podrían sustituirle, la empresa seguirá apostando por tener un equipo menos estético, con una caja más grande y que no se pueda trasladar a costa de un precio menor.
Además del coste del equipo en sí hay que medir otras cuestiones, como serían el menor precio de componentes y con ello de las reparaciones que podamos realizar. Esto también nos lleva a poder realizar ampliaciones de manera más sencilla por lo que podemos prolongar la vida útil de los equipos unos años más allá de su periodo de amortización, dándoles una segunda vida con una ampliación de memoria o una tarjeta gráfica dedicada para ayudar al procesador.
La herencia de los periféricos
Pero también tenemos que considerar que en muchas ocasiones son los periféricos que utilizamos en la empresa, fundamentalmente la pantalla la que determina la adquisición o no de un sobremesa nuevo para sustituir a otro equipo.
¿Y qué hago ahora con la pantalla si compro un portátil?Es una pregunta que me han hecho en más de una ocasión a la hora de sustituir un equipo. Usarla como pantalla secundaria y trabajar a la vez con dos pantallas parece que en muchas organizaciones no se contempla como una opción para mejorar la productividad. Al final se opta por continuar con el equipo de sobremesa para seguir con los periféricos del anterior.
Esta cuestión que puede parecer intrascendente en muchas organizaciones se lleva a un punto extremo en el que se aprovechan los periféricos, pasando de equipo en equipo hasta que llega el momento en que lastran la productividad del trabajador al tener pantallas pequeñas de 14”, ratones antiguos, etc. donde ya usamos en la empresas alguna que otra aplicación optimizada para pantallas de 17” y tenemos que utilizar el scroll para recorrer los distintos campos de un formulario, por ejemplo.
El espacio del escritorio
Otra cuestión para el mantenimiento o no del sobremesa tradicional en la empresa es el espacio físico disponible en el escritorio. En oficinas y empresas tradicionales el mobiliario ya está pensado para encauzar cableado, tenemos un espacio pensado para colocar el ordenador de torre o simplemente se opta por equipos de sobremesa en los que la pantalla va sobre el propio equipo.
En pequeños comercios por ejemplo, donde utilizan el ordenador como caja registradora, por ejemplo, y tienen menos espacio es más normal ver equipos portátiles o todo en uno, que llevan la CPU incorporada en la caja de la pantalla ahorrando espacio, pero también con un menor uso del cableado y un aspecto más limpio. Si ya utilizan un todo en uno táctil ya completamos el círculo de la optimización de espacio.
Adiós al pentium
Por último un aspecto que me gustaría repasar es la desaparición del pentium, o del procesador mononucleo que ha sido el rey en los últimos años. Se mantendrá en los equipos que mantienen Windows XP, pero poco a poco con el paso de los años, se van viendo menos, puesto que con la renovación de los equipos informáticos en binomio Pentium XP pasa a la historia en favor de nuevos procesadores multinúcleo y Windows 7.
En las empresas en las que sigue funcionando muchas veces se opta por mantenerlo, pero ya no sería rentable, o por lo menos a mi no me lo parece, sustituir un procesador o una placa base dañada de un equipo de estas características, a no ser de que tengamos un repuesto en el almacén de un equipo similar que ya hemos retirado. Funciona bien, pero lo cierto es que cuando vemos un equipo nuevo en la empresa nos damos cuenta de que podemos trabajar mejor.
Los precios de los discos duros
Por último no me gustaría acabar sin mencionar un aspecto que debido a una circunstancia coyuntural como las inundaciones del sureste asiático donde se ubican las principales fábricas de discos duros ha aumentado el precio de los discos duros tradicionales. Hasta ahora el precio de almacenamiento era barato, pero la escasez ha provocado que las empresas tengan que optimizar sus sistemas de almacenamiento antes que adquirir nuevos discos a precios muy elevados.
Además el coste por giga de almacenamiento acerca a los disco SSD a las empresas que proporcionan un rendimiento mucho mejor, sobre todo en equipos portátiles donde además aumentan la vida de las baterías, además de mejorar la velocidad general del equipo. Una oportunidad que muchos aprovechamos buscando menos espacio de almacenamiento a costa un mejor rendimiento.
Tras este repaso a las estaciones de trabajo en las empresas para el próximo año, mañana nos tocará hablar un poco del sistema operativo que utilizarán y lo centraremos en el uso de Windows 7 para las empresas. ¿Será este el año definitivo para su implantación de forma mayoritaria en las empresas?
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