Según un estudio de la empresa de seguridad Kaspersky cuatro de cada cinco incidentes de seguridad los provocan los propios empleados. En este caso esto provoca problemas de pérdida de datos y fuga de los mismos. Es un porcentaje muy elevado que se podría minimizar con la formación adecuada.
De los profesionales encuestados el 31% sufrieron pérdidas de información confidencial debido a errores de los empleados. A esto hay que sumar un 33% reportó incidentes relacionados con la pérdida o robo de dispositivos móviles de sus trabajadores y las fugas de datos de manera intencionada fueron cometidas por los empleados en el 16% de los casos.
Sólo con evitar las pérdidas de datos de dispositivos móviles y con tener la información de los mismos debidamente controlada, cifrada o estableciendo políticas de control que incluyan el borrado remoto el procentaje de incidentes bajaría sensiblemente.
Lo cierto es que con el auge de los dispositivos móviles en la empresa es una tendencia complicada de revertir, pero que poco a poco, la empresa debe dar un tratamiento adecuado. Creo que sería de utilidad pensar que tenemos en nuestras manos un ordenador portátil, no un teléfono, en lo que a capacidad de acceso a la información se refiere.
Otro problema más difícil de controlar son las fugas de datos intencionadas. Aquí podemos hacer que los empleados firmen clausulas de confidencialidad, limitar el acceso a los datos y a su uso en dispositivos externos, pero al final tenemos problemas para controlar que simplemente la información salga por correo electrónico o con una fotocopia.
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