A la hora de trabajar con un smartphone en movilidad una de las cuestiones que debemos valorar es el tamaño de la pantalla. En este caso tenemos dos tendencias, una pantalla más pequeña, que está entre las 4 y las 4,5" o irnos ya a terminales con pantallas de mayor tamaño hasta llegar a los phablets, estos teléfonos de gran tamaño. Pero ¿cuál es el tamaño de pantalla ideal para trabajar con el smartphone?
Hablamos del trabajo de un usuario que necesita su smarthphone para cuestiones profesionales, que vamos a recibir y gestionar nuestro correo electrónico, realizar algunas tareas de supervisión, acceder a aplicaciones online de la empresa, etc. Todo esto trabajando en movilidad, no para tener el móvil al lado del ratón mientras trabajamos en nuestro despacho.
Ventajas de un smartphone con pantalla pequeña
Vamos a ver alguna de las razones por las que un usuario pueda elegir un móvil con una pantalla más pequeña.
En primer lugar porque podemos utilizarlo con una sola mano cuando vamos caminando, algo que para usuarios que tienen en la gestión del correo y se desplazan de un lado a otro en transporte público es importante. Si el tamaño es muy grande, manejar el móvil con una sola mano puede ser complicado.
Mayor duración de la batería, lo que nos permitirá un poco más de autonomía. La pantalla es uno de los elementos responsable del mayor consumo de batería, por lo que una batería de igual capacidad nos dará más horas de uso en un móvil con una pantalla más pequeña, a igualdad de otros componentes.
Ocupa menos espacio si lo llevas en el bolsillo del pantalón, algo que tiene su parte buena y su parte mala. Es cómodo llevarlo en los bolsillos, pero también es más fácil que lo podamos dejar olvidado o simplemente no saber en qué bolsillo de la chaqueta o el pantalón lo tenemos.
Ventajas del smartphone con pantalla grande
En el caso de un móvil con pantalla grande, de más de 4,5" son otro tipo de ventajas las que buscan muchos de sus usuarios: * Más espacio para visualizar documentos algo que parece una cuestión menor, pero si realizamos muchas labores de supervisión es fundamental. Un móvil con pantalla más grande nos puede ayudar a mejorar mucho nuestra productividad, por no hablar de que evita tener que sacar el portátil en más ocasiones cuando estamos fuera.
Duración de la batería más comprometida puesto que aunque tienen baterías de mayor tamaño su autonomía si hacemos un uso intensivo de los terminales será menor. También tendremos un tiempo de carga mayor, dado que la batería que tenemos que cargar es mucho mayor que en terminales con la pantalla más pequeña.
Menor portabilidad, no sólo si necesitas llevarlo en el bolsillo del pantalón, sino que también a la hora de hablar por teléfono, puede resultar algo incómodo de manejar por su tamaño. La parte buena es que podemos adoptar el formato agenda, con fundas que lo convierten en una mini agenda, que es fácil de transportar y nos dan alguna ventaja añadida.
Mayor coste en los teléfonos que podemos encontrar con gran pantalla, que suelen ser de gama media y gama alta, mientras que en las pantallas de menor tamaño tenemos más variedad de elección, desde la gama de entrada a la más alta.
Conclusiones
Lo cierto es que depende mucho del tipo de uso que tenemos pensado darle al teléfono, el tamaño de la pantalla puede ser definitivo. De todas formas, los usuarios de pantalla pequeña siempre tienen la opción de tener un portátil a mano para conectarse cuando tengan necesidad de un tamaño de pantalla mayor para cualquier tarea.
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