Cuando una parte de nuestro negocio está en la nube, tenemos una tienda online que nos funciona bien, etc, es decir, generamos una parte importante de nuestros ingresos en la web un parón en la actividad del servicio nos puede afectar de forma significativa. Por eso ya nos ofrecen alojamiento web redundante como protección contra una caída de servicios.
Por mucho que los proveedores nos aseguren un 99,90% de disponibilidad, esto significará que a lo largo del año tendremos unas 9 horas en las que nuestra web dejará de funcionar. Esto como media y no incluye los parones controlados. Para pequeños negocios puede ser insignificante, para otros dependiendo del momento en el que se produzcan los parones puede ser más o menos grave.
De todas formas si nos enfrentamos a una ataque de tipo denegación de servicio nos servirá de poco. Aunque en el caso de las pymes, la posibilidad de sufrir, por el momento, un ataque de este tipo es muy baja. La web y el trabajo online tiene grandes beneficios pero también grandes inconvenientes, por lo que debemos ser conscientes de este tipo de inconvenientes.
Creo que este tipo de servicios, que nos copian y llevan una réplica de nuestros archivos a otras instalaciones de nuestro proveedor pueden ser interesantes para una minoría de empresas, pero en el caso de necesitar plataformas más flexibles, redundantes o elásticas a la demanda existen mejores soluciones.
Sobre todo no se si nos compensa por precio tener este servicio contratado para la ganancia que nos da. Es cierto que en caso de colapso de unas instalaciones podremos seguir trabajando, pero siendo realistas qué posibilidades hay de que esto ocurra. Suponemos que en los acuerdos de servicio con los proveedores del alojamiento ya se contemplan este tipo de cuestiones, así que no tengo claro que la mayoría de las empresas necesiten esta redundancia.
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