El fin de tener un trabajo o dos durante tu vida laboral, prepárate para saltar de empresa en empresa

Luis acaba de terminar su contrato de tres meses en una fábrica. Desde hace seis años es lo máximo que ha logrado permanecer en una empresa. Agobiado por el fin de este trabajo, ya ha dejado su currículum en infinidad de empresas. Le llamaron ayer, comienza esta semana como técnico de mantenimiento en una finca. El problema es que el contrato es de tres días.

Y a pesar de ello es optimista porque no le queda otra. Los expertos en ofrecer charlas sobre los cambios en el empleo para los millennials hablan de esta situación como algo atractivo que conlleva un halo de modernidad. Confunden precariedad con términos anglosajones que suenan mejor al oído.

Los niños deben aprender a ser más creativos para afrontar su futuro laboral

Este mantra lo repiten constantemente, quienes hablan de "gig economy" o "job hopper" nada nuevo bajo el sol. Normalmente son expertos en Recursos Humanos que se han reciclado en "fabricantes de sueños" y adornan con un halo de positivismo el hecho de que un joven tenga cinco o seis trabajos diferentes en un año.

Puede que sea positivo reciclarse y estar preparado para el cambio, pero no creo que en los colegios vayan a cambiar su forma de educar a los niños o jóvenes. Desde hace décadas la distancia entre la universidad y lo que se aprende en ella y la vida laboral ha sido enorme.

La parte positiva de ser un 'salta empleos'

Como todo en la vida, el hecho de tener (a la fuerza) un currículum más largo que El Quijote, puede tener su lado positivo. Por ejemplo, que el responsable de la próxima selección a la que acudas, tenga una mentalidad abierta y le parezca genial que hayas trabajado en diversas empresas por periodos muy cortos.

Pero el otro lado de la cara de la moneda, es que no todos los responsables de contratar a personal nuevo, creen que eso sea positivo. ¿En qué te has especializado entonces?

Este panorama resulta sencillo desde la parte teórica. Es fácil decir que alguien que salta de empleo en empleo es valiente, decidido y con ganas de aprender de distintas experiencias laborales.

Pero, a la vez, dibuja un panorama donde el protagonista de los saltos, no es un millennial, sino un hombre de 40 años que no encuentra otra salida que la de unir contrato precario tras contrato precario.

La revolución tecnológica es la culpable del trabajo estable

Es cierto que estamos viviendo una revolución digital que no va acorde con los cambios en las pequeñas y grandes empresas, lo que se traduce en que por mucho que se forme a los jóvenes y mayores en las ya no tan nuevas tecnologías, de nada servirá, si las organizaciones no mueven ficha.

Si las noticias nos dicen que las pymes no están preparadas para resolver problemas de ciberseguridad simples, ¿lo estarán para recibir a una hornada de trabajadores que se han formado en nuevas tecnologías? No, si carecen de hasta de página web que es lo mínimo.

Para que todas las piezas de este puzzle encajen, deberían evolucionar a la vez: trabajadores, empresas, reclutadores y sobre todo, la mejora de los sueldos. De nada vale, ir adquiriendo diferentes experiencias en el ámbito laboral, sin a fin de mes no nos llega para pagar el alquiler.

En Pymes y Autónomos|Los millennials no quieren tener jefe

Imagen|Davidqr

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