La crisis en la restauración: Ideas para superarla

Cuando llegan malos momentos económicos es normal que todos “contengamos el gasto” o nos apretemos el cinturón como hace unas semanas decía nuestro vicepresidente Pedro Solbes. En estos casos, uno de los perjudicados más directos son los establecimientos de restauración.

Este verano he tenido la oportunidad de viajar por Estados Unidos, y he podido observar el comportamiento de este tipo de establecimientos frente a la crisis que desde hace meses sufren. Ante esta situación han tomado una serie de medidas que vosotros juzgaréis si son aplicables o no a nuestro mercado.

En primer lugar han acudido a la más obvia, el conocido Happy Hour, aplicado a todo tipo de establecimiento desde restaurantes a cafeterías, en nuestro país lo tenemos más asociado a los establecimientos de ocio o a algunos bares. En muchas ocasiones, no se trata exactamente de un 2x1, sino de unas reducciones de los precios de alrededor del 25% de las consumiciones solicitadas durante las horas de menos trabajo. De esta forma, aunque se reduzca el margen comercial, aumentan el número de clientes animados por la oferta, clientes que de otra forma quizá no acudirían al establecimiento.

En segundo lugar, muchos restaurantes “de calidad” han pasado a ofrecer copas de vino en lugar de botellas enteras. Esta medida tiene un doble beneficio para el cliente, puede reducir la factura del vino, a veces importante cuando se trata de disfrutar de un vino correcto, y el cliente tiene la oportunidad de controlar lo que bebe. También han establecido unos menús cerrados especiales para cenar, a modo de menú diario, que recogen determinados platos de la carta y reducen fuertemente el precio comparado con lo que supondría la elección libre de los platos.

En tercer lugar, aplican el “early bird especial”, o lo que es lo mismo, ofrecer un precio reducido por un servicio cuando el mismo se solicita con anterioridad a la hora punta. Por ejemplo, si nuestro restaurante tiene mucha actividad a las 14.00 horas por el menú diario, ofrecer un precio reducido o regalar el postre cuando el cliente viene a las 13.00 horas. De esta forma siempre podemos aumentar el número de clientes que vienen con anterioridad, a la vez que podemos captar nuevos consumidores.

No se trata de hacer unas reducciones de carácter permanente que puedan afectar a nuestro futuro sino de promociones con carácter semanal o quincenal con las que podamos captar o mantener el interés del cliente en nuestro restaurante.

Imagen | Óscar En Pymes y Autonomos | El marketing y la selección española

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