Mi concepto de flexibilidad laboral

Tras haber publicado el post La flexibilidad laboral… ojalá fuera cierta, ha habido algunos comentarios al respecto, lo que me anima a explicar mi concepto de flexibilidad laboral. En primer lugar, me quiero refierir a flexibilidad en las relaciones laborales entre empresas y trabadores, pero también a un concepto de flexibilidad que debería de referirse al mercado de trabajo y a las personas que lo integran.

Que el mercado laboral sea flexible implicaría que los trabajadores asimilen que su puesto de trabajo no es, como tal, suyo, desde el punto de vista de la propiedad. Que si uno no está contento con lo que la empresa le ofrece tiene la libertad de marcharse a otro sitio y no tiene que aguantar, contra viento y marea, en un puesto que no le motiva, que no le gusta o que no le ofrece lo que el quiere.

Este es un derecho que ya existe pero que, en la práctica, no todo el mundo quiere o está dispuesto a ejercer, quizá por ese concepto de propiedad del puesto de trabajo. Si la mentalidad del trabajador fuera otra, también se evitaría esa práctica de algunas empresas al respecto de “ajustar” las condiciones laborales a extremos que bordean la legalidad, porque el trabajador casi nunca se marcha aunque esté a disgusto.

Pero además la flexibilidad laboral permitiría a las pymes no estar sujetas a ciertas obligaciones, que suelen marcar los convenios colectivos, y que muchas veces van en contra de premiar la productividad o, simplemente, generan unas políticas salariales orientadas a ciertas jerarquías impuestas por esos convenios y que, precisamente en las pymes, no tienen sentido.

Determinados convenios establecen pluses de productividad impuestos por las condiciones del propio convenio y que no tienen nada que ver con la productividad real de cada trabajador. La empresa los paga porque así está impuesto, pero no reflejan una retribución acorde con el esfuerzo o la productividad de cada uno de los trabajadores de la empresa. Además esa normas limitan a un porcentaje del salario base las cantidades “variables” que cada trabajador puede recibir por lo que el premio que cada empresa puede dar a un trabajador productivo con respecto a otro que no lo es, es muy limitado.

¿Por qué no puede, una empresa, ofrecer a un trabajador determinado una jornada laboral más reducida que a otro y compensarlo con una cantidad que refleje la productividad que aporta a la empresa, de manera que cobre más, por ser más productivo, que otro que trabaja más horas pero que produce menos?

Que empresa y trabajador puedan pactar fuera del corsé de las normas rígidas y de manera más flexible (siempre dentro de un contexto de legalidad y de respeto de los derechos de ambos) una relación laboral que beneficie a ambos, es una manera de flexibilizar el mercado de trabajo. Que las empresas puedan libremente beneficiar a sus mejores trabajadores frente a los demás o que las pymes puedan competir con las grandes empresas ofreciendo a trabajadores con talento otras ventajas que no encontrarían en las grandes corporaciones, es flexibilidad laboral. En resumen que las relaciones sean más flexibles, que el mercado sea más flexible y que la mentalidad de empresas y trabajadores sea más flexible.

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