Es entonces cuando alguno me pone cara de peor todavía, tengo que hacer la foto, retocarla con Photoshop, quitarle saturación o brillos, etc. Pero ese no es el objetivo, no necesitamos la foto perfecta, para vender nuestro producto, sólo una foto lo suficientemente atractiva.
En este sentido redes sociales como Instagram o Pinterest son básicas para determinados sectores. Siempre me he preguntado por que Nike puede tener una fantástica página de Instagram y una pequeña zapatería de barrio no hace lo mismo, adaptado a su escala.
Por qué todos compartimos fotos de comida a través de Twitter cuando se acerca el mediodía o la hora de la cena y sin embargo el restaurante de turno no lo hace. Tampoco se trata de saturar a los seguidores, pero si hoy teneos una paella para dar de tapa, primero lo anunciamos en Twitter y luego cuando esté lista, foto para ilustrar. Seguro que más de un cliente baja con esto a tomar el aperitivo.
Para los pequeños comercios supone estar en un modelo de red social que no satura a los seguidores, que son apreciadas las imágenes y que se vuelven a compartir y con todo ello conseguimos una comunidad de seguidores muy fieles a nuestra empresa y nuestra marca.
En Tecnología Pyme | Cuando la imagen en la empresa importa, Instagram lleva sus perfiles a la web