Ingresos reales, cómo los considera la Seguridad Social y así impacta en la futura cotización de los autónomos

Dentro de las negociaciones para cambiar el sistema de cotización de los autónomos una de las cuestiones más controvertidas es lo que se entiende por ingresos reales, cómo los considera la Seguridad Social. Porque dependiendo de esta definición tendrá un impacto diferente en la futura cotización de los trabajadores por cuenta propia.

La cuestión es saber que conceptos van a incluir estos "ingresos reales" donde las principales asociaciones de autónomos ya han pedido clarificar este término, para que todo el mundo tenga claro como puede cambiar la cantidad que tienen que pagar por su cotización.

¿Cómo se calculan los ingresos reales?

El rendimiento neto

Podemos hablar de rendimientos netos, donde a los ingresos se les descontarían tanto los gastos necesarios para realizar la actividad, como las amortizaciones y las propias cuotas. De esta forma hablamos de lo que ingresa el autónomo cada mes.

No se sumaría el IVA, ya que al autónomo como tal solo ejerce como agente recaudador y después realiza una liquidación de dicho impuesto. Lo mismo debería ocurrir con el IRPF, puesto que se paga en función de los ingresos tras realizar la declaración de la RENTA.

Sería lo más justo, porque profesiones que ingresan mucho, pero a su vez tienen muchos gastos, como pueden ser los transportistas, tendrían que cotizar mucho más que otras, como puede ser un profesional que trabaja por cuenta propia en su casa y no tiene grandes gastos más allá de su cuota la Seguridad Social o su acceso a Internet.

Ingresos íntegros

Una cuestión diferente es si hablamos de ingresos íntegros, donde lo que se considera son ingresos menos los gastos. Pero no otras cuestiones como pueden ser las amortizaciones de bienes adquiridos para llevar a cabo la actividad o la cuota de autónomos.

Los autónomos no se benefician de igual manera que los empleados por cuenta ajena de sus cotizaciones a la Seguridad Social

Este cálculo se aproxima más a lo que hace un trabajador por cuenta ajena, pero en el caso de los autónomos puede distorsionar mucho lo que le toca pagar a cada uno. Dos ejemplos, el diseñador web que trabaja en su casa y no tiene más gastos que su acceso a Internet y el teléfono móvil o su ordenador, o el taxista que está pagando una cuota por su vehículo y el mantenimiento cada mes.

¿Y si no se pueden calcular los ingresos?

Todo esto está bien para aquellos que pagan IRPF por estimación directa, pero los que están dentro del sistema de estimación objetiva o módulos ni siquiera saben lo que ingresan cada mes ya que no están obligados a llevar una contabilidad tan exhaustiva.

Lo mismo ocurre con aquellos autónomos que no están obligados a realizar la declaración de la RENTA, que ahora para poder determinar en qué tramo de cotización se encuadran. De esta forma se elimina el mínimo exento y todos estarán obligados a hacer la declaración, aunque luego tengan o no que tributar.

¿Cómo impacta el cálculo de los ingresos reales en los tramos de cotización?

Vamos a ver cómo afecta a diferentes colectivos que cambiaría de forma notable su cotización según se aplique un modelo u otro, un abogado, un taxista o autónomo que trabaja en casa.

Cuanto se pagaría en cada caso

El abogado tiene unos ingresos mensuales de 5.000 euros, de los que se debería descontar los gastos, de Colegiado, el alquiler del despacho, servicios de secretaría, luz, agua y comunicaciones de Internet. Además de desplaza habitualmente al juzgado cercano en taxi, por lo que sus gastos totales son de unos 2.500 euros al mes.

  • Si hablamos de rendimientos netos habría que restas amortizaciones de sus equipos informáticos, software y servicios de consultas o el pago de su cuota como autónomo. En todo caso en 2023 sería de 351,90 euros y de 535 en 2031 si se sitúa en la horquilla de ingresos netos de 1.700 a 1.900 euros mensuales.
  • Si hablamos de ingresos íntegros tendría que pagar en 2023 351,90 euros y subiría hasta los 728 en 2031 al situarse en la horquilla de ingresos de 2380 a 2760 euros.

En el caso del transportista la clave va a estar sobre todo en la posibilidad de descontar o no las amortizaciones, porque estará pagando para ejercer su actividad un vehículo, que debería poder descontarse como un gasto más. Y esto impacta de forma muy importante en la horquilla en la que se va a situar.

En el caso de un autónomo que trabaja en casa prácticamente no tiene gastos y lo que se puede deducir son los suministros, el 30% de la parte de sus vivienda afecta a la actividad o en su caso la amortización de su ordenador o mobiliario adquirido para montar su centro de trabajo. Esto supondrá que tenga que pagar posiblemente mucho más que actualmente si cotiza por la base mínima en cualquiera de los dos casos.

Muchos dudan de los beneficios de este modelo

La cuestión es que tal y como está planteado el asunto parece que casi todos van a pagar lo mismo o un poco más y solo unos pocos, que se sitúan en la horquilla inferior, dentro de unos cuantos años empezarían a notar los beneficios de esta medida.

Los más beneficiados serían estos autónomos con menos ingresos, pero dependiendo de cómo se consideren, si rendimientos netos o ingresos íntegros se pueden quedar en un grupo casi anecdótico los beneficiados.

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