El comienzo de la temporada alta en el turismo ha resultado determinante para alcanzar estas cifras, sin embargo, ¿disponemos de un sector suficientemente profesionalizado o existen mejoras o alternativas de crecimiento?.
El turismo se confirma como el principal pilar en el más inmediato futuro devenir económico de nuestro país. Este optimismo está basado en las elevadas expectativas generadas por un potencial record de visitantes extranjeros esperados para 2013. Incluso con el razonable descenso en gasto de los residentes y de la menor rentabilidad que destacan las diferentes patronales del sector, la llegada de un nuevo perfil de turista proveniente de los denominados "mercados emergentes" (Rusia y países nórdicos) que disponen de mayor capacidad de gasto es señalado como factor decisivo acentuado por la inestabilidad geopolítica del Mediterráneo.
Aquí se abre una oportunidad con el incremento de llegadas y cifra de gasto de turistas de estas regiones, pero si cambia el público, deberemos adaptar nuestro producto para hacerlo más atractivo y que encaje mejor con el nuevo perfil, lo que supone inversión y modernización del sector, para hacerlo menos dependiente de los países habituales (Alemania, Francia y Reino Unido), que además comparten moneda y pueden verse sumidos simultáneamente en la inestabilidad en caso de crisis.
Nuevas opciones que invitan a la reflexión y el análisis.
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