Los principales errores tributarios que cometen los autónomos y que les hacen pagar más

Minimizar la factura tributaria dentro de la legalidad. Este es uno de los principales objetivos de muchos autónomos a lo largo de su vida laboral. Sin embargo, son pocos lo que lo consiguen, en la mayoría de ocasiones debido a errores que son evitables.

Por todo ello, Declarando, una de las principales plataformas online de asesoramiento fiscal a autónomos, ha elaborado una guía con los cinco errores más frecuentes en los que incurren estos profesionales cuando realizan sus declaraciones tributarias.

No deducir todos los gastos posibles

La legislación española prevé más de 100 gastos que los autónomos pueden deducirse. Por eso, la situación más habitual es que los trabajadores no conozcan todas ellas. De hecho, un gestor por sí solo tampoco resuelve el problema, ya que su función es presentar los modelos tributarios obligatorios con la información que el trabajador le pasa. Si desconoce cuáles son los gastos deducibles aplicables a su actividad, el gestor tampoco los incluirá.

Planificar con antelación la liquidación trimestral

La mayoría de autónomos saben cuánto tienen que pagar en su liquidación trimestral del IVA justo en el momento de presentarla. Y, en ocasiones, pueden ser grandes sumas de dinero. Sin embargo, si el autónomo realizase la liquidación con suficiente antelación, podría tomar mejores decisiones, como por ejemplo, aplazar o adelantar facturación o realizar compras previstas antes de lo previsto.

No presentar todos los modelos a tiempo

Aunque la gestión fiscal de un autónomo no es muy compleja, cada trabajador puede presentar hasta 11 modelos diferentes cada año, entre los trimestrales y los anuales. Y no siempre estamos al tanto del calendario fiscal o de la obligatoriedad de presentar un modelo, por lo que presentarlos fuera de tiempo tiene consecuencias importantes. Por ejemplo, un autónomo que realiza operaciones intracomunitarias tendría que presentar el modelo 349.

No optimizar la declaración anual

Muchas personas piensan que pueden ahorrar en su factura fiscal justo en el momento de presentar su declaración. Sin embargo, como diría Julio César, alea jaca est. Las decisiones tienen que tomarse durante el ejercicio fiscal, es decir, del 1 de enero al 31 de diciembre del año anterior al de la presentación de la declaración.

Desentenderse de todos los trámites fiscales cuando hay un gestor

Pensar que con un gestor optimizamos las declaraciones fiscales, puede dar origen a algún que otro sobresalto o disgusto. Los gestores tan solo realizan las declaraciones con la información de que disponen, pero generalmente no actúan como asesores, es decir, no proponen nuevas acciones al autónomo para que pueda reducir su factura fiscal. Además, y en su condición de ser humano, el gestor también puede cometer errores, de manera que el autónomo deberá estar atento a todas las declaraciones que haga.

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