No habrá reforma fiscal en 2021 y se aplaza para el fin de la crisis

Uno de los problemas con los que vamos a tener que lidiar en la próxima década es pagar toda la deuda que esta crisis nos ha obligado a contraer para evitar el cierre de más empresas o que muchos más empleados acaben en el paro. También para hacer frente al gasto sanitario. Habrá que pagar más pero todo indica que no habrá reforma fiscal en 2021 y se aplaza para el fin de la crisis.

La ministra de Hacienda ya lo ha dejado caer en varias entrevistas. No es el momento de apretar más a las empresas ni tampoco a los ciudadanos. Cuando llegue el momento de la recuperación habrá que plantear una fiscalidad más progresiva y justa que facilite el pago de la deuda. Lo que si ha dicho es que se podrán hacer algunos ajustes.

La mayor recaudación de impuestos puede venir por varias vías. La primera sería una reactivación de la economía que implique un PIB más alto y por lo tanto más ingresos vía impuestos. Esto es algo lento y no llegará en los primeros años tras la recuperación. La segunda sería un mayor control tributario y una lucha contra el fraude más efectiva. Es la que reclaman el sindicato de técnicos de Hacienda. Y la tercera implica subir impuestos, que es la que nadie quiere.

La cuestión es ¿por dónde pueden venir estos ajustes? Si no vamos a tener una gran reforma tributaria, hay algunos pequeños aspectos que si pueden cambiar:

  • El impuesto al diesel, ya planteado desde hace tiempo para que se equipare con las gasolinas y ambos paguen lo mismo. Sería uno de las mayores partidas de donde sacar más ingresos, especialmente a medida que llegue la recuperación.

  • El sistema de módulos que lleva varios años aplazando su bajada de límites. Es un momento complicado para hacerlo y visto lo ocurrido en los últimos años, dudo que se llegue a tocar. Lo más probable es que se vuelva a prorrogar.

  • El IVA reducido en algunas actividades. No creo que se cambie el tipo para todas, pasando de un 10% a un 12%, especialmente porque la hostelería, uno de los sectores más castigados tributa por este IVA reducido, pero si algún ajuste en sectores concretos.

  • El IRPF lo normal es que se quede como está, pero podríamos encontrarnos con algún retoque, especialmente en los tramos de las rentas más altas.

Lo cierto es que a nadie se le escapa que en algún momento tocará pagar la cuenta. Siempre hay que hacer equilibrios entre no subir impuestos para no perjudicar la recuperación y comenzar a pagar deuda que sale de los bolsillos de empresas y ciudadanos.

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